David Smolansky, comisionado del secretario general de la Organización de los Estados Americanos (OEA) para la crisis de migrantes y refugiados venezolanos, hizo este martes un nuevo llamado a la comunidad internacional para atender a los migrantes venezolanos.
Por Heider Logatto Cuadros | Voz de América
Desde la casa de paso “La Divina Providencia”, entre Cúcuta, Colombia, y San Antonio de Táchira, Venezuela, donde atienden a miles de venezolanos diariamente, Smolansky aseguró a la Voz de América que en Colombia ya hay 1.600.000 venezolanos, lo que lo convierte en el país con más migrantes venezolanos en la región.
“Debo reconocer el esfuerzo que ha hecho el gobierno del presidente Duque en mantener la política de fronteras abiertas. Hoy el venezolano no se va porque quiere, hoy el venezolano huye. Es un refugiado, y las restricciones migratorias no resuelven el problema. Más bien lo agudiza”.
Durante esta visita de cuatro días, también visitará Barranquilla, Bogotá y Medellín, relató, para realizar mesas de trabajo y tener “los testimonios de la migración forzosa, para que el mundo profundice y tenga más detalle que se está viviendo en el estado criminal que hoy tiene Nicolás Maduro”.
También espera escuchar directamente de los desplazados venezolanos cómo se han sentido en Colombia y poder “armonizar políticas de acción”, además de conversar sobre cuáles serían las mejores políticas de repatriación.
“La comunidad internacional se tiene que abocar mucho más a esta crisis (…) Esta es la crisis en el mundo que menos cooperación ha habido”, afirmó a la VOA Smolansky.
Explicó que realizarán un informe sobre su viaje para inicios de 2020, donde no solo desatacarán lo bueno, sino también los aspectos a mejorar. Aseguró que los mayores desafíos son en salud y documentación
“Hay que hace un esfuerzo enorme contra la discriminación y la xenofobia, no podemos permitir que ese monstruo crezca. Y tenemos que hacer un esfuerzo enorme por proteger a la mujer venezolana desplazada, mujer que cada vez es más vulnerable”, afirmó.
“La única solución para frenar este deslave humano, es la salida de Nicolás Maduro del Palacio de Miraflores. No hay otra”, agregó.
Estima que para 2020, pudiese haber 7 millones de refugiados venezolanos, “si no hay una solución para Venezuela”.