Después de su última participación en Río 2016, Usain Bolt no estará compitiendo en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, sin embargo, este fin de semana fue la estrella en la inauguración del nuevo estadio nacional, siete meses antes de la ceremonia de apertura.
La superestrella de sprint jamaicana corrió 200 metros alrededor de la pista en una carrera de relevos de exhibición junto con atletas paralímpicos, en el primer evento público en el estadio con capacidad para 60 mil espectadores.
Al terminar, publicó un video en su cuenta de Instagram de una parte de su performance, y fueron varios los que se detuvieron un instante para hablar de su nueva figura, menos atlética que la que supo mostrar un tiempo atrás.
“Mira esa barriga” y “No te deshonres, solo mira esa barriga… es un consejo” son algunos comentarios que aparecen entre cientos de elogios y felicitaciones. Usain Bolt, sin embargo, disfruta de su retiro y no tiene pensado volver a la competencia: “Con la pequeña carrera que hice, ya sufrí”, reconoció.
“Fue una gran experiencia estar aquí frente a tanta gente… Estaba feliz porque no voy a poder competir en los Juegos Olímpicos”, comentó el plusmarquista a los periodistas tras su participación.
Además rechazó rotundamente cualquier idea de un posible regreso: “¿Que si volveré a correr? No”, y agregó que estaba ansioso por asistir a los Juegos como fanático por primera vez.
El estadio, diseñado por el renombrado arquitecto Kengo Kuma, incorpora un diseño tradicional japonés más una serie de características para combatir el calor sofocante esperado durante los Juegos en pleno verano de Tokio.
Hay vegetación para proporcionar sombra, y los aleros alrededor del perímetro exterior están diseñados para evitar la luz solar, lluvia y ayudar a canalizar la brisa hacia el estadio.
También hay ocho instalaciones de nebulización, 185 ventiladores y 16 salones con aire acondicionado. El recinto, construido en el terreno del Estadio Olímpico de 1964, será el anfitrión de las ceremonias de inauguración y clausura, así como de los principales eventos deportivos.
Según los funcionarios, los costos totales de construcción, incluidos los honorarios de diseño y supervisión, llegaron a cerca de 157 mil millones de yenes (USD 1.450 millones), dentro del presupuesto.
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