Luego de una festiva Nochebuena, llega el día de Navidad con otra cena para celebrar y regalos por entregar. Dos fiestas que festejan la tradición cultural del abanico de orígenes que conforma a Miami y toda su área metropolitana.
“Sal, ajo, naranja agria y ya está”, señaló Susana con orgullo, pero sin altanería, cuando le preguntaron cómo preparó la carne de cerdo que presidió la mesa la víspera de Navidad.
Juan, que viene de Nicaragua, trajo arroz gallopinto y Carmen, que lleva muy arraigada su Colombia natal, mostraba con orgullo su dulce de Nochebuena: unas brevas en almíbar y dulce de papaya
Al otro lado de la mesa, cerveza en mano y pendiente de cada movimiento, Robert, el esposo de Susana, que no comía cerdo, pero luego de 40 años de vida en Miami y 30 de matrimonio con una cubana lo disfruta como cualquier otro.
Para la tarde del 25, el “americano”, como llaman a Robert, tendrá en casa “un pavo relleno con pan frito y especias”, además de las gambas y los canapés que prepara la vecina, una española que se une al festejo multicultural.
Y es que, desde la creación de esta ciudad, hace apenas 123 años, con la llegada primero de anglos y afroamericanos del norte del país y las inmigraciones hispánicas posteriores, Miami se convirtió en un crisol de culturas que mantiene vivas las raíces de sus orígenes.
“Eso es lo que hace grande a esta ciudad, que lo mismo comes puerco asado al estilo cubano con arroz congrís o gallopinto nicaragüense, que disfrutas unas brevas colombianas o un buen pan de jamón venezolano”, señaló Carmen.
Con los tantísimos años de exilio que han transcurrido para los cubanos, la llegada de nicaragüenses, colombianos y 20 nacionalidades más han hecho posible la amalgama cultural, desde Opa-Locka y Hialeah hasta Kendall y Homestead.
“Y en Navidad, ¡A comer el pavo relleno de Robert!, exclamó Juan. “¡Con arroz congris!”, recalcó.
Hoy 25 de diciembre la ciudad parece dormir, al menos de puertas afueras, después de una larga noche de manjares y bebidas alcohólicas.
De hecho, Navidad amaneció en Miami con temperaturas muy agradables, alrededor de 60 grados Fahrenheit, unos 16 grados centígrados.
Durante el día, la temperatura máxima rondará los 75 grados Fahrenheit, unos 23 grados centígrados.
“Me hubiera gustado una Navidad con frío, como tuvimos días anteriores”, reclamó Robert, mientras preparaba el pavo que servirá a la mesa esta tarde, cuando llegue la familia de Tampa, incluyendo su hermano “que tampoco habla español y siempre trae un pastel de manzana”.
Si no hizo las compras a tiempo, no se sorprenda al encontrar cerrados la gran mayoría de los locales comerciales, incluyendo las tiendas Kmart, Walmart, Publix, Winn Dixie, Whole Food y Target.
No obstante, algunas cafeterías, como Starbucks, o las pequeñas tiendas Seven Eleven, estarán abiertas.
Los supermercados Sedano´s abren sus puertas pero las cerrarán a las 6 pm.
Por otra parte, Walgreens y CVS harán lo mismo, aunque sus farmacias o prestarán servicio.
Entretanto, los más jóvenes están pendientes de los teléfonos celulares y los laptops: “La meta hoy es lograr comprar algo a buen precio”, comentó Miguel, que con solo 15 años se ha hecho un experto en cazar ofertas en internet.
“Las grandes tiendas están hoy cerradas pero internet no para”, señaló el joven experto. “Hoy bajan los precios 15, 20 y hasta 30%. Es la gran ganga de Navidad”, recalcó.
Fin del día
En la tarde, cuando el Sol esté a punto de bajar, las mesas volverán a estar repletas de comida y la gente a su alrededor para festejar esa vez el fin del día de Navidad.
¿Consejos? “Muchos”, aseguró la hermana de Robert, que es nutricionista. “Comer y beber con moderación. Si llenamos mucho el cuerpo de una vez, lo primero que va a hacer es sentirse mal al otro día porque no está acostumbrado a ingerir tanto”.
“Y si no puede evitar comer o beber mucho, ten a mano un buen vaso de leche fresca. Eso ayuda a refrescar”, aconsejó entre risas.