Una persona murió la noche del viernes tras caer a un foso mientras participaba de una masiva manifestación en las cercanías de la Plaza Italia de Santiago, donde se registraron violentos enfrentamientos con la policía, confirmó el Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH).
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El autónomo INDH dijo en un mensaje en su cuenta de Twitter que “instará para que la causa de fallecimiento de la persona que llegó a la exposta central [asistencia pública] sin signos vitales, se esclarezca lo más rápido posible”.
Con este último caso, sumarían 29 los muertos en el marco de las protestas sociales en Chile. Un reporte anterior de la Fiscalía sumaba 26 víctimas fatales, a la que se agregan dos personas calcinadas en un saqueo y que fueron recientemente encontradas.
Según testigos, el hombre -de unos 40 años y que no ha sido identificado- murió tras caer al interior de un foso donde habría recibido una descarga eléctrica tras escapar de la policía que cerca de la medianoche intentaba dispersar a los manifestantes reunidos desde la tarde en los alrededores de la Plaza Italia de Santiago.
Este lugar es escenario de frecuentes protestas desde que el viernes 18 de octubre comenzaran las manifestaciones sociales en Chile en reclamo de profundas reformas y en contra del gobierno del derechista Sebastián Piñera. Tradicionalmente los viernes es cuando se realizan las manifestaciones más masivas y que terminan en violentos enfrentamientos con agentes antidisturbios.
A través de redes sociales, los manifestantes fueron convocados a protestar en el último viernes del año, pero tal como ocurrió la semana pasada, la policía copó con un gran número de efectivos los alrededores del lugar, sin dejar inicialmente que las personas se agruparan.
Al cabo de dos horas, sin embargo, y luego de que se declarara un incendio en un tradicional centro cultural en las cercanías, miles de manifestantes lograron finalmente llegar hasta el centro de la Plaza Italia, constataron periodistas de la AFP.
La manifestación tuvo lugar el mismo día en que Piñera convocó por medio de un decreto a un plebiscito el próximo 26 de abril para decidir si se cambia o no la Constitución heredada de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), una de las vías de solución planteadas por el movimiento social, que se ha erigido sin líderes ni color político.
Con información de AFP