Brasil notificó a España que extraditará a uno de los autores del atentado de 1977 en Madrid conocido como “Matanza de Atocha”, arrestado en Sao Paulo en diciembre de 2018, informó a la AFP la cancillería brasileña.
El Supremo Tribunal Federal (STF) determinó el 23 de diciembre que el ultraderechista Carlos García Juliá, uno de los responsables del ataque contra un bufete de abogados comunistas en el que murieron cinco personas, ya agotó todos los recursos ante la justicia brasileña.
La cancillería brasileña indicó que el presidente Jair Bolsonaro autorizó la extradición y que García Juliá “está apto” para ser entregado a España en un plazo de 60 días.
Este plazo comenzó a correr el jueves, cuando la embajada de España en Brasilia recibió la notificación.
“España deberá ahora informar de los datos de la escolta que vendrá a Brasil para efectuar la retirada”, explicó la cancillería.
La justicia española reclama a García Juliá para que cumpla los más de diez años de cárcel que le restan de la sentencia de 30 años de pena máxima que recibió en 1980 por el asesinato de cinco personas.
El 24 de enero de 1977, García Juliá y otros tres militantes de extrema derecha irrumpieron con pistolas en un bufete legal y asesinaron a tres abogados comunistas, un estudiante de Derecho y un empleado.
La “Matanza de Atocha”, en referencia a la calle Atocha donde tuvo lugar, causó conmoción en España, que se encontraba en plena transición hacia la democracia y era sacudida por atentados. Los hechos pesaron en la decisión de legalizar al Partido Comunista unos meses más tarde.
En 1991, García Juliá recibió la libertad condicional y fue autorizado a viajar a Paraguay, donde se fugó y comenzó un periplo por América del Sur.
Diez años después, en 2001, la justicia española pidió su extradición a Bolivia, donde había sido detenido, pero volvió a fugarse durante un permiso penitenciario.
García Juliá fue arrestado nuevamente el 5 de diciembre de 2018 en Sao Paulo, donde se ganaba la vida como conductor de Uber bajo una identidad venezolana, según la prensa española.
Su caso evoca al del exactivista de extrema izquierda Cesare Battisti, condenado a prisión perpetua por cuatro asesinatos en Italia en la década de 1970.
Prófugo de la justicia, en 2004 se refugió clandestinamente en Brasil, antes de ser detenido en Rio de Janeiro en 2007.
En 2010, el presidente de entonces, el izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva, negó su extradición a Italia y le otorgó el estatuto de refugiado político.
Pero en enero de 2019, Battisti fue extraditado a Italia desde Bolivia tras fugarse de Brasil, en una decisión muy aplaudida por Bolsonaro.
AFP