Un joven estadounidense desafió el frío polar y las nevadas en Alaska durante más de 20 días, sin techo después del incendio de su refugio, antes de ser rescatado por un helicóptero que lo estaba buscando.
En un video publicado el viernes en Facebook por las autoridades locales, Tyson Steele, de 30 años, aparece haciendo señales hacia el helicóptero. En la nieve había escrito un SOS de gran tamaño.
“Su cabaña se quemó a mediados de diciembre. En el incendio murió su perro y él quedó aislado a temperaturas bajo cero y sin medios de comunicación durante 23 días”, escribió la policía de Alaska.
El joven fue encontrado sano y salvo el jueves en esta área donde vivía desde septiembre, lejos de cualquier sitio habitado.
Su increíble lucha por sobrevivir la contó a los “State Troopers” de Alaska, que la publicaron en su sitio web.
“Eran la una o las dos de la mañana y yo estaba despierto en esa cabaña fría”, contó.
Cuando salió de su refugio, el techo estaba en llamas. Apenas tuvo tiempo para recuperar algunas cosas.
“Mi perro comienza a aullar. Dentro. Yo pensé que no estaba dentro”. dice. “No tengo palabras para este dolor. Se llamaba Phil. El mejor perro del mundo”.
Después del incendio, hizo un inventario de lo que le quedaba para comer.
“Calculé que disponía de dos latas al día para treinta días de ración. También tenía una lata de frijoles. Dos frascos de mantequilla de maní, que era plástico derretido. Tenía un frasco de mayonesa pero no la toqué”, sonríe, según la versión de su historia dada a la policía local.
Esa noche, la temperatura fue de -26 grados centígrados, según las autoridades.
Las primeras dos noches de su aventura de supervivencia, Tyson Steele durmió en una gruta de nieve. Luego construyó un “refugio improvisado”.
Su teléfono no funcionaba, y el joven carecía de medios para comunicarse. Estaba a más de 30 kilómetros de una zona residencial y escuchó que había alguien que vivía a unos 8 kilómetros de distancia.
Rodeado de nieve, un día decidió que su salvación solo podía venir del cielo. “Pensé que si alguien venía a buscarme, sería por aire”. El joven dibujó entonces con cenizas un enorme SOS en la nieve.
Seguramente regresará a vivir a Salt Lake City, Utah, junto a su familia. “Tienen un perro”, dice. “Y eso sería una suerte de terapia”.
Steele tuvo mejor suerte que Christopher McCandless, héroe del libro y la película “Into the Wild”, encontrado muerto en Alaska después de aventurarse voluntariamente en un área deshabitada.
AFP