A las mujeres que tienen poco sexo les llega la menopausia más temprano, así lo ha confirmado un polémico estudio.
Por Gisselle Acevedo / Soy Carmín
Investigadores encontraron que las mujeres que informaron tener actividad sexual semanalmente tenían un 28% menos de probabilidades de haber experimentado la menopausia que aquellas que tuvieron relaciones sexuales menos de una vez al mes.
Por otro lado, las mujeres que tuvieron relaciones mensualmente tuvieron un 19% menos de probabilidades de haber alcanzado la menopausia, definida como 12 meses sin un período, que aquellas que tuvieron relaciones sexuales menos de una vez al mes.
Se debe decir que el estudio no llegó a analizar el vínculo que tiene el tener o no relaciones con una menopausia temprana, pese a eso, los especialistas señalaron que podrí ser que el cuerpo que tiene intimidad permanece alerta ante cualquier embarazo, y por el contraro cuando no hay actividad sexual este instinto se pierde.
“Si no vas a reproducir, no tiene sentido ovular, es mejor que uses esa energía en otro lugar”, dijo Megan Arnot, autora principal del estudio y candidata a doctorado en antropología evolutiva en el University College de Londres.
Durante la ovulación, una mujer es más susceptible a las enfermedades porque el sistema inmunitario está deteriorado, dijo Arnot. Si el embarazo es poco probable debido a la falta de actividad sexual, eso significa que no sería beneficioso para el cuerpo asignar energía al proceso de ovulación.
En cambio, dijo, los hallazgos respaldan la “Hipótesis de la Abuela”, una teoría que sugiere que la menopausia evolucionó originalmente en humanos para reducir el “conflicto reproductivo” entre las diferentes generaciones de mujeres y asegurar que sus nietos sobrevivieran y prosperasen.
“Puede haber una compensación energética biológica entre invertir energía en la ovulación e invertir en otro lugar, como mantenerse activo cuidando a los nietos”, dijo Arnot.
La investigación se basa en el Estudio de la Salud de la Mujer de EE. UU., una mirada única a la salud de la mediana edad de las mujeres que comenzó en 1996. Las casi 3.000 mujeres en el conjunto de datos tenían una edad promedio de 45 años cuando comenzó el estudio, tenían dos hijos, en promedio, y en su mayoría estaban casadas o en una relación o viviendo con su pareja.
Alrededor del 45% de las mujeres experimentaron una menopausia natural a la edad de 52 años. Las entrevistas se llevaron a cabo durante un período de 10 años.
Al comienzo del estudio, ninguna de las mujeres había entrado en la menopausia, pero el 46% estaba en la perimenopausia temprana (comenzando a experimentar síntomas de la menopausia como períodos irregulares y sofocos) y el 54% estaba premenopáusica (con ciclos regulares y sin mostrar síntomas de perimenopausia o menopausia).