El 27 de enero de 1945 el Ejército Aliado liberó a los presos que había en los campos de concentración y de exterminio de Auschwitz-Birkenau. La liberación fue también el descubrimiento de la fábrica de matar que había diseñado el Tercer Reich presidido por Adolf Hitler para deshacerse de judíos y todo tipo de opositores. Allí murieron más de un millón de personas en cámaras de gas, por inanición y torturas. Es la gran vergüenza del siglo XX. 75 años después continúa la memoria.
Por France 24
Es 27 de enero de 1945, el Tercer Reich presidido por Adolf Hitler se está desmoronando ante el avance del Ejército Aliado. En el territorio ocupado de Polonia unos soldados del Ejército Rojo soviético se dirigen hacia un lugar del que no tienen información.
Anatoly Shapiro, un oficial, es el primero en llegar y abre una verja. Su primera visión son unas personas que “no parecen seres humanos, lucen terrible, son puro hueso”. Cuando entra con sus compañeros, solo ven montones de zapatos, personas en condiciones infrahumanas, cadáveres en el suelo, niños atemorizados que gritan “¡No soy judío!” y un hedor en el ambiente insoportable.
Shapiro contó -en una entrevista antes de morir en 2005- al New York Daily News, que tenían una misión que cumplir: liberar a los 10.000 presos que había en aquel momento en el más letal de los campos de exterminio de la Alemania nazi, Auschwitz-Birkenau, donde fueron asesinadas -entre 1941 y 1945- más de 1 millón de personas. Conocido como Holocausto, los liberadores soviéticos supieron que, desde el primer momento de la liberación, comenzaba el compromiso con la memoria de la que, en palabras de Angela Merkel, “es la gran vergüenza del siglo XX”.
Infografía de France 24
El Día Internacional por las Víctimas del Holocausto se conmemora este #27Ene