Un arqueólogo que afirmaba haber descubierto sobre un fragmento cerámico del siglo III la representación gráfica de la crucifixión de Jesús más antigua del mundo ha sido imputado por alterar artefactos arqueológicos con inscripciones fraudulentas, informa el portal Live Science.
Por: Actualidad Rt
El acusado es Eliseo Gil, un investigador español que saltó a la fama en 2006 tras excavar cientos de objetos de barro, vidrio y ladrillo en las ruinas de un asentamiento romano en Iruña-Veleia, un yacimiento arqueológico ubicado en la provincia de Álava, en el País Vasco, España.
Las piezas aparentemente databan de entre los siglos II y V y contenían dibujos —entre ellos, uno con tres cruces— así como frases en latín, griego y vasco y hasta jeroglíficos egipcios. De acuerdo con Gil, sus hallazgos demostraban una insólita conexión entre el cristianismo romano temprano y la cultura vasca, a tal punto que “reescribían los libros de historia”, recuerda The Telegraph.
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