Se estima que diariamente a Bucaramanga llegan entre 500 y 600 migrantes provenientes desde Venezuela. La capital de Santander y su área metropolitana hacen parte de los destinos más elegidos en Colombia por los ciudadanos del vecino país.
Por Vanguardia.com
Este éxodo venezolano, que desde hace más de tres años impacta a la ‘Ciudad Bonita’, generó varias dificultades y retos sobre todo en materia de salud, primera infancia, empleo y ayuda humanitaria.
Vanguardia entrevistó en exclusiva al asesor de la Presidencia de la República para la Migración desde Venezuela, Felipe Muñoz.
El pasado viernes, Muñoz se reunió con el alcalde de Bucaramanga, Juan Carlos Cárdenas, con secretarios de despachos del Municipio y con miembros de la Gobernación de Santander para analizar la crisis migratoria que afronta la región y trabajar en alternativas de solución.
“Se creó una mesa migratoria, que funciona en las 15 principales ciudades en donde existe migración venezolana, y que reúne a Presidencia; Migración Colombia; ministerios de Salud, Educación y Trabajo; Cancillería; gobernaciones; alcaldías; y cooperantes internacionales. Entre todos se buscan soluciones para los asuntos relacionados con la migración desde Venezuela”, informó a este medio el Asesor de la Presidencia de la República.
Santander es la sexta región del país con mayor población venezolana asentada en su territorio. Bucaramanga es el municipio del departamento con más presencia de migrantes.
“Sacar a los menores de las calles”
Dicho Asesor del Gobierno Central considera que “el primer reto que tiene Bucaramanga es fortalecer los mecanismos de espacios amigables para los niños migrantes. Sacar a aquellos menores de edad que están en las calles y garantizarles espacios en donde estén protegidos”.
En julio del año pasado, en Bucaramanga se denunció el presunto ‘alquiler de niños’ provenientes de Venezuela, para ser usados con fines de mendicidad.
Muñoz indicó que “se pasó de 413 casos en 2018 a 734 en 2019, de niños bajo protección y en procesos de restablecimiento de derechos por parte del Icbf (Instituto Colombiano de Bienestar Familiar). Se trata de niños que fueron obligados a trabajar, o que sufrieron algún tipo de vulneración de sus derechos.
“Esta problemática llamó la atención de las autoridades locales, y el Alcalde fue muy enfático en que se debe trabajar al respecto para fortalecer la protección de la población de cero a cinco años de edad”, agregó este delegado de Presidencia.
“Fortalecer la atención humanitaria”
Debido a su ubicación geográfica, Bucaramanga y Santander tienen un alto flujo de migrantes venezolanos a diario. Condiciones climáticas como las del Páramo de Berlín, hacen aún más difícil la travesía que afrontan quienes huyen del vecino país.
Muñoz explicó que “Santander, además de ser una región de arribo para los migrantes, es una zona de tránsito junto con Norte de Santander. Muchos caminantes usan esta ruta. Cifras suministradas por algunas agencias de cooperación, estiman que diariamente a Bucaramanga arriban entre 500 y 600 caminantes venezolanos.
“Se debe fortalecer la atención humanitaria para los caminantes venezolanos y estudiar la posibilidad de tener, a lo menos, un punto de atención a caminantes en Bucaramanga, tal y como ya existe en otras rutas usadas por los migrantes. Que los ciudadanos venezolanos puedan recibir ayuda humanitaria, hidratación, cuidados para bebés, orientación e información, para que puedan afrontar de mejor manera su viaje”, precisó el funcionario.
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