“Esos atienden hasta las 11 de la mañana y lo único que hacen es preguntarte qué tienes y darte un récipe para que busques la medicina en otro lugar”, dijo una mujer en los alrededores del módulo de Barrio Adentro en la parroquia San José de Caracas, cercano al Hospital Vargas.
Raylí Luján / La Patilla
La mayoría de los módulos de la Misión Barrio Adentro, inaugurada en 2005 por el chavismo, que se encuentran en el centro y el oeste de la capital venezolana registran tres elementos en común: horario laboral incompleto, falta de personal y ausencia de medicinas y servicios.
Hasta la fecha se han invertido más de 120 mil millones de dólares en las instalaciones, se han anunciado diferentes restauraciones y aún así, los servicios de Barrio Adentro no han dado la talla para la atención de la población para la que fueron creados.
Las denuncias de habitantes en las zonas donde se ubican estos dispensarios han ido en crecimiento en los últimos meses en torno a su inoperatividad.
“Es inservible totalmente, no hay medicinas, a veces vienen enfermeras, dan una vuelta y se va. Los medio atienden pero nunca hay nada. Además está el container de basura frente al centro de salud”, explicó Carlos Cáceres, vecino de La Pastora.
En algunos de los módulos de Barrio Adentro ya ni siquiera se ofrecen consultas y otros mantienen sus puertas cerradas. Nicolás Maduro anunció recientemente otro relanzamiento, sin dar mayores detalles sobre lo que ha ocurrido hasta ahora con los anteriores, y señaló que cada uno contaría nuevamente con un médico.
“¿Qué tiene que ver el bloqueo criminal de EEUU contra el pueblo si Barrio Adentro, mucho antes del bloqueo no repara los módulos? Hace muchos años, pedí reparar 2 de mi sector y nada”, siguen reclamando los usuarios mientras tanto.