La epidemia de coronavirus ya ha afectado al crecimiento económico en China, y una propagación a otros países podría frustrar la “altamente frágil” recuperación proyectada para la economía global en 2020, advirtió el Fondo Monetario Internacional (FMI).
En una nota preparada para los ministros de Finanzas y banqueros centrales del G-20, el organismo presentó el abanico de riesgos que enfrenta la economía mundial, incluido el rápido avance del coronavirus y las renovadas tensiones comerciales entre Estados Unidos y China, así como los desastres naturales relacionados con el clima.
Los ministros de Finanzas y banqueros centrales de las 20 economías más industrializadas se reunirán esta semana en Riad, capital de Arabia Saudita, en medio de la incertidumbre por el impacto del coronavirus.
El FMI indicó que mantiene su previsión de enero de un crecimiento del 3,3% para la economía mundial este año, por encima del 2,9% de 2019. Esta cifra ya era una revisión bajista de un 0,1 punto porcentual desde su previsión de octubre.
No obstante, indicó que la recuperación será leve y que los riesgos siguen sesgados a la baja. “La recuperación podría frustrarse por un abrupto alza en la prima de riesgo, generada por ejemplo por una reescalada de las tensiones comerciales o una mayor propagación del coronavirus”, indicó el FMI.
La televisión estatal china citó al presidente Xi Jinping asegurando que el país podía cumplir aún su objetivo de crecimiento económico para 2020 pese a la epidemia. Sin embargo, la nota del Fondo mostró sus dudas al respecto.
“El coronavirus, una tragedia humana, está obstaculizando la actividad económica en China, ya que la producción se ha detenido y la movilidad en torno a las regiones afectadas ha sido limitada”, señaló el FMI en su nota.
“El contagio a otros países es probable, por ejemplo a través del turismo y los enlaces de las cadenas de suministro, y también tendrá efectos en los precios de las materias primas”, agregó.
Asimismo, añadió que el impacto del virus no se ha determinado del todo aún y, aunque el escenario actual da por hecho que habrá una contención rápida y un rebote más tarde en el año, los efectos de la epidemia podrían ser más grandes y duraderos.
“Un brote más amplio y prolongado, o una incertidumbre continua sobre el contagio, podría intensificar las interrupciones en la cadena de suministro y reducir la confianza de forma más persistente, empeorando el impacto global”, señaló el Fondo en la nota.
Reuters