La confección de trajes para caballeros murió en Lara según afirman sastres de la ciudad, al revelar que la escasez de telas importadas como gabardinas y lino y lo costosa que se cotizan en el mercado, la falta de insumos como hilos, cierres, botones, agujas o forros, y la pérdida del poder adquisitivo de los venezolanos, hace que adquirir un traje a la medida no sea prioridad en tiempos de crisis.
Por Ana Uzcátegui | LA PRENSA de Lara
“Ahora nos dedicamos a arreglar ropa, agarramos ruedos, ajustamos camisas, pantalones, remendamos y transformamos prendas (customizan), todo para no cerrar”, indicó Daniel Dievano, propietario de una sastrería en el mercado Pequeño Miami, desde hace 20 años. Antes tenía ocho empleados fijos, ahora sólo él y su hijo reciben la ropa de la clientela que conservan.
Trabajando desde su casa en Cabudare, Héctor Lugo, también sastre, contó que la crisis que azota al sector textil lo condujo el año pasado a cerrar su local que estaba ubicado en la avenida 20 entre 35 con 36. “La mayoría de los sastres que hacían vida en Barquisimeto eran colombianos, ellos han decidido migrar a ese país donde hay más fuente de trabajo”, contó. Ahora con un cartel frente a su hogar promociona sus servicios para reparar ropa reciclada que ha tenido que cobrar en dólares para no devaluarse.
“Dolarizamos porque los principales insumos que requerimos se pagan en esta divisa”. Ajustar la bota de un pantalón vale tres dólares o su equivalente a bolívares según la tasa oficial del día. Arreglar un traje puede costar hasta 12 dólares, aunque el precio lo negocia con el cliente.
Julio Velasco, propietario de Sastrería La Elegancia, ubicada en la carrera 16 con calle 28 manifestó que en su negocio han conservado algunos clientes que en épocas especiales como Navidad mandan a confeccionar trajes de gala. “Tan solo la mano de obra de un traje puede costar 100 dólares y eso diciéndole a la persona que traiga la tela, porque sino el precio sería más elevado”, resaltó. En su taller mantienen los precios en bolívares, pero ajustándolos constantemente. Precisan que las reparaciones de guayaberas, adaptaciones de pantalones, entalles de camisas y agarrar ruedos es lo más buscado y los precios varían entre 70 mil y 150 mil bolívares por servicio.
“Se consiguen en el mercado telas asiáticas, no son de buena calidad pero son más asequibles para los usuarios” asegura Velasco quien se ha encargado de vestir a varios gobernadores de Lara.
“Antes vivíamos full de pedidos de trajes para matrimonios, graduaciones, bautizos, quince años, ahora son contados los que se hacen. Afortunadamente con 37 años de trayectoria en Sastrería La Elegancia, seguimos conservando clientes y trabajamos con algunas empresas”, comentó Julio Velasco.
Tiendas famosas quebradas
Además que quedan cada vez menos sastrerías, las tiendas de trajes para caballeros también han ido cerrando, ante la drástica caída de la demanda que registra el sector, y las que se mantienen a flote lucen desoladas en la avenida 20.
Sitios como HRH y Montecristo están con sus santamarías abajo. En tiendas como Dorsay un flux de gabardina puede costar más de cinco millones de bolívares, en sitios como Real Moda, los precios rondan los 80 dólares para trajes de temporada, y en Trajes El Emperador y Tiendas Antonio, la clientela ha mermado.