Si el Gobierno español hubiera conocido con más antelación la llegada de la vicepresidenta venezolana, Delcy Rodríguez, a Madrid, hubiera prohibido el aterrizaje del avión en el que viajaba.
Así lo manifestó este viernes la ministra española de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya, en una entrevista a la emisora de radio española Cadena SER.
González Laya, quién reconoció que les comunicaron la llegada de la vicepresidenta venezolana cuatro horas antes de que aterrizara, afirmó que habrían tomado esa decisión porque “el Gobierno español cumple con las sanciones impuestas dentro de la Unión Europea” y Rodríguez, junto a otros dirigentes políticos venezolanos, tiene prohibido su entrada en la UE.
El pasado mes de enero se supo que Rodríguez estuvo en el aeropuerto de Madrid durante una escala aérea, pese a tener prohibido pisar suelo europeo, y que allí se entrevistó con el ministro español de Transportes y “número dos” del gubernamental partido socialista, José Luis Ábalos.
Desde entonces no han cesado las críticas de la oposición española y la polémica en los medios de comunicación.
La ministra de Exteriores reconoció hoy que tuvieron que gestionar una situación que no fue “cómoda”, por la que han expresado su disconformidad al Gobierno de Venezuela.
“Hubiéramos preferido no tener que gestionarla”, concluyó, pero hubo que hacerlo porque los pilotos tenían que descansar y no se podía tener a la vicepresidenta venezolana en el avión sin la tripulación a bordo, explicó.
La ministra consideró que “los esfuerzos del Gobierno español y de todos los actores españoles tienen que estar enfocados en tratar de impulsar una solución, que no puede venir de España, pero sí podemos hace mucho por impulsarla”.
González Laya insistió en la necesidad de un acuerdo político que lleve a unas elecciones “libres transparentes y democráticas” y que dé respuesta al problema humanitario que sufren los venezolanos.
La política española afirmó que la crisis en Venezuela se está “enquistando” y se refirió a los miles de venezolanos que están dejando su país, muchos de ellos para dirigirse a países de la región, “que están soportando una presión humana y humanitaria terrible”.
Respecto a la situación que vive el político opositor venezolano Leopoldo López, “alojado” en la embajada de España en Caracas por razones de protección de su integridad, afirmó que seguirá allí “mientras sea necesario”. EFE