Mientras en países como Corea del Sur, Singapur o Irán se registran saltos en los casos del coronavirus covid-19 provocados por grupos de infectados, lo que más preocupa a los expertos no son los números, sino lo difícil que se hace rastrear el origen de estos grupos. Los problemas para encontrar cada fuente —el primer paciente que provoca cada nuevo grupo— pueden indicar que la enfermedad ha comenzado a extenderse demasiado para que las medidas conocidas y probadas logren atajarla.
“Tendremos probablemente una pandemia”
“La serie de focos que ocurren en todo el mundo es una señal de que las cosas están avanzando, y lo que vamos a tener aquí es probablemente una pandemia”, advierte en declaraciones a AP Ian Mackay, especialista en virus en la Universidad de Queensland en Australia.
En la misma línea, la doctora Sylvie Briand, de la OMS, constata que se observan “diferentes patrones de transmisión en diferentes lugares”. “Tenemos mucha diversidad, diferentes brotes que muestran diferentes fases”, explica.
Al exponer su preocupación, sobre todo, por el rápido aumento de los casos en Irán, así como en Corea del Sur e Italia, Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS, ha alertado este sábado de que el tiempo para frenar la propagación “se está acabando”.
“Aunque el número total de casos fuera de China sigue siendo relativamente pequeño, nos preocupa el número de casos sin un vínculo epidemiológico claro, como el historial de viajes a China o el contacto con un caso confirmado”, explica.
Así, en Corea del Sur la mayoría de los cientos de nuevos casos detectados desde el miércoles están vinculados a una iglesia en la ciudad de Daegu y a un hospital cercano. Sin embargo, las autoridades sanitarias aún no han encontrado a la persona entre los 9.000 seguidores de la iglesia que desencadenó la ola de infecciones. También ha habido varios casos en la capital, Seúl, donde aún no se han rastreado las rutas de infección.
El primer ministro de Singapur, Lee Hsien Loong, ya reconoció a principios de este mes que, a medida que el virus se generalice, tratar de rastrear cada contacto resultará inútil.
“Los métodos de contención no van a funcionar”
A diferencia de otros virus de la misma familia, como el síndrome respiratorio agudo grave (SARS) o el síndrome respiratorio de Oriente Medio (MERS), el nuevo coronavirus se propaga tan fácilmente como un resfriado común. Por si fuera poco, es casi seguro que esté siendo transmitido por personas que muestran síntomas tan leves que nadie puede detectarlos, señala Amesh Adalja, del Centro Johns Hopkins para la Seguridad de la Salud.
“Si ese es el caso, todos estos métodos de contención no van a funcionar”, aseguró Adalja, explicando que es probable que el virus “se mezcle en la temporada de resfriados y gripe” en varios países y pase desapercibido hasta que alguien se enferme gravemente.
Estos síntomas más leves son buenas noticias “en términos de que no muere tanta gente”, pero son “realmente malas noticias si estás tratando de detener una pandemia”, confirma Mackay.
“Cadenas invisibles de infección”
Cuando Hong Kong reportó su primera muerte por el virus a principios de este mes, también confirmó tres casos transmitidos localmente sin ningún vínculo conocido con ningún caso anterior o historial de viajes a la parte continental de China. Chuang Shuk-kwan, del Centro para la Protección de la Salud, advirtió entonces que “podría haber cadenas invisibles de infección dentro de las comunidades”.
“Aunque la ventana de oportunidad se está reduciendo para contener el brote, aún podemos contenerlo”, asegura Tedros Adhanom Ghebreyesus. Sin embargo —admite— hay que prepararse “para cualquier eventualidad”, porque este brote “podría ir en cualquier dirección, incluso podría ser desordenado”.