Una ‘bomba’ explotó en el corazón de la embajada chavista de Venezuela en Madrid. El embajador de Nicolás Maduro, Mario Isea, fue denunciado ante el Ministerio de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social por sus propios empleados. ¿El motivo? El impago de sus nóminas de forma constante durante el último año, además de sufrir amenazas ante el posible brote de manifestaciones o quejas por parte de los funcionarios venezolanos. Así lo han indicado fuentes cercanas a la Embajada chavista.
Por José Antonio Puglisi / Periodista Digital
Hasta la fecha, el número de denuncias ascienden hasta tres empleados, pero se prevé que sigan aumentando en los próximos días. “Con la excusa de las sanciones internacionales, nos han ido aplazando y postergando los pagos. Sin embargo, hemos visto cómo quienes manejan el coroto [quienes dirigen] sí cobran con regularidad y se permiten sus lujos y caprichos. Además, se da prioridad al pago de los enchufados españoles por encima de los propios venezolanos”.
Los “enchufados españoles” son algunos asesores e ‘influencers’ que la Embajada paga para ayudarles a influir en la política española y para intentar blanquear la imagen del régimen en España. Uno de los casos más conocidos es el ‘fichaje estrella’ de Juancho Santana, dirigente de Izquierda Unida que ha entrado a la plantilla como asesor del régimen chavista y que recibe su pago directamente «desde presidencia», mientras que los trabajadores han tenido que pasar meses sin percibir ningún ingreso económico.
También reclamen que sí existan recursos para otros intereses como los viajes personales de Mario Isea, la creación y pega de carteles dentro y fuera de la Embajada contra el bloqueo de Estados Unidos o el financiamiento de los viajes que el actor Willy Toledo y la politóloga catalana Arantxa Tirado realizaron a Caracas para hablar bien del régimen o para promocionar sus obras de blanqueo de la dictadura.
Mario Isea viajará de emergencia
Las fuentes de la Embajada chavista adelantan a Periodista Digital que Mario Isea viajará a Caracas a lo largo del mes de marzo “para ver qué hará con la Embajada. El descontento interno no para de crecer, su impacto cada vez es menor y existen importantes dudas sobre si se mantendrá la estructura actual o si se realizará una gran renovación”.
El viaje recuerda al realizado por el embajador chavista en agosto de 2019, cuando se fue sin avisar a sus trabajadores y generó una gran sensación de incertidumbre: «ha viajado en secreto a Caracas. Para que no se conociera su viaje, no ha dejado a ningún encargado oficial y, de esta manera, poder ocultar sus vacaciones o su escape, ya que nadie sabe siquiera si volverá o no», afirmaron en dicho momento a Periodista Digital.
Sin embargo, Isea sí volvió y con un equipaje que ayudó, momentáneamente, a pagar las nóminas atrasadas de los empleados. Una situación que calmó las aguas hasta que, una vez más, el dinero comenzó a escasear. Ahora, los funcionarios quieren tener una solución definitiva a través de las instituciones españolas. Por eso, han interpuestos las demandas ante el Ministerio de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social, quien tendrá que informar de los sucesos al Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación.