Ronaldinho Gaúcho y su hermano Roberto regresaron este jueves al hotel en el que se alojan tras declarar durante unas ocho horas en la Fiscalía por su ingreso al país con pasaportes falsos, y sin que el Ministerio Público determinara de momento elevar una imputación o cargos en su contra.
Ambos salieron del Departamento de Crimen Organizado escoltados por personal policial y entre una nube de periodistas, con dirección al Hotel Resort Yacht y Golf Club Paraguayo, en la ciudad de Lambaré, afueras de Asunción.
El abogado del exfutbolista, Adolfo Marín, dijo a los medios que la decisión de su cliente es someterse al proceso pertinente ya que ha optado por permanecer en el país, pese a encontrarse en libre tránsito y comunicación.
“Él no tiene ninguna restricción salvo que en una hora nos encontremos con una circunstancia diferente”, dijo el abogado, quien añadió que sus defendidos no incurrieron en ninguna conducta delictiva.
“La decisión que se tomó es consentimiento de nuestro cliente, fue prestar declaración, responder a todas las preguntas del Ministerio Público, y nosotros a partir de mañana lo que vamos hacer es ingresar a verificar todos los detalles”, acotó.
UNA CUESTIÓN DE GENTILEZA
El enredo judicial que afecta a los dos hermanos comenzó el miércoles con su llegada al aeropuerto de Asunción para presentar este jueves un proyecto benéfico para niños paraguayos al que el futbolista iba a poner su imagen.
La noche del miércoles, tras pasar los controles de migración, agentes fiscales y de la Policía Nacional se personaron en el hotel y se incautaron de dos pasaportes y otras tantas cédulas de identidad paraguayas con sus respectivos nombres.
Por ese motivo pasaron la noche bajo custodia policial a la espera de su declaración en Fiscalía.
Antes de ello, el fiscal del caso, Federico Delfino, dijo a los medios que los pasaportes habían sido expedidos en enero por otras dos personas y luego adulterados, de forma que figuraran a nombre de Ronaldo de Assis Moreira (Ronaldinho) y de Roberto de Assis Moreira, hermano del exfutbolista.
En el hotel fue arrestado el brasileño Wilmondes Sousa, de quien en principio se sospechaba que les dio los documentos paraguayos al bajar del avión, en la zona V.I.P., antes de dirigirse al control migratorio.
Sin embargo, Marín desmintió esa versión y aseguró que el exinternacional brasileño no solicitó ni gestionó esos documentos, y recalcó que le fueron entregados por Sousa hace un mes en su casa de Río de Janeiro.
Al respecto, señaló que la creencia de Ronaldinho es que se le entregó por una “cuestión de gentileza”, en referencia a facilitar su trámite en el aeropuerto de Asunción.
Añadió que Ronaldinho “no dio la mayor importancia a ese documento”, como demuestra que la noche del miércoles, en el hotel, los entregara a los agentes de Fiscalía.
Señaló además que para ingresar en Paraguay pudo haber utilizado su pasaporte brasileño, como lo hizo en el aeropuerto de Sao Paulo, desde donde voló a Asunción.
LA FUNDACIÓN ANGELICAL
El exfubolista iba a lanzar hoy un proyecto de asistencia sanitaria y gratuita a menores para un grupo denominando Fundación Angelical, y a presentar un libro sobre su vida.
Sobre ello, Marín dijo que Sousa contactó, para que participara en ese evento, al hermano de Ronaldinho, que es además su representante.
“Hasta donde supimos él venía a colaborar con una fundación, al lanzamiento de un libro (…) Sousa contacta con su hermano para que él venga a Paraguay para estas actividades. El hermano es quien toma contacto con Sousa, se desarrollan estas actividades y finalmente pasa lo que pasa”, relató Marín.
DOS DETENIDAS
En medio de la declaración de los dos hermanos, la Fiscalía anunció la detención de dos mujeres que serían las titulares originales de los pasaportes luego adulterados.
Y el ministro del Interior, Euclides Acevedo, responsabilizó esta mañana al departamento de Migraciones del aeropuerto por no haber impedido la entrada al país, ya que su pasaporte paraguayo no apareció registrado en el sistema.
El tipo penal al que se enfrentaría el exjugador del Barcelona sería el de uso de documento público de contenido falso, según manifestó el fiscal Delfino.
EFE