Las dos últimas sesiones de la Asamblea Nacional (AN) se realizaron en los auditorios de los colegios Don Bosco y María Auxiliadora. Luego del 5 de enero, tras el asalto del diputado Luis Parra al Parlamento, los encuentros de la AN presidida por Juan Guaidó se han hecho extramuros.
Por Maru Morales y Carmen Victoria Inojosa / Crónica Uno
A padres y representantes del colegio María Auxiliadora, ubicado en Altamira, les causó malestar y preocupación este acto político por la seguridad de los niños “debido al momento que vive el país”. La institución pidió disculpas a la comunidad educativa y se comprometió a que no volvería a ocurrir.
La dirección del plantel explicó que cuando se recibió la solicitud de alquiler del teatro “no se manejó fecha ni tampoco magnitud del evento”. “Se nos dijo que era una reunión bajo total discreción, por lo tanto, no se debía informar a la comunidad ni al personal”, se lee en comunicado enviado a padres y representantes.
Para la Red de Madres, Padres y Representantes “es una situación muy compleja”, dijo Carlos Cedeño, miembro de la organización. Pese a que considera que la sesión fue un acto, preocupan las condiciones en que se efectuó. Temen que se tomen retaliaciones en contra de los colegios.
Que se pueda creer que por realizar ese acto, se pretenda que es la postura política de los colegios y eso puede traer consecuencias, como un cierre o la intervención del plantel”, expresó Cedeño.
Puso de ejemplo la situación que se generó en el hotel Paseo Las Mercedes, que fue clausurado por el Seniat, tras hospedar a los diputados de oposición el pasado 5 de enero.
Nancy Hernández, de Fenasopadres, señaló que para realizar estas actividades se debe contar con el permiso de los padres y representantes en asamblea, además, de estar fuera del horario escolar: “Nuestra dirigencia política debe entender que la escuela es un espacio de formación y que los niños, por ser menores de edad, no han alcanzado a plenitud ejercer sus derechos políticos”.
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