La sede central de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en Ginebra comenzó hoy a pedir a algunos de sus empleados que trabajen desde casa, siguiendo sus propias recomendaciones para hacer frente a la pandemia de COVID-19, según informó su portavoz Tarik Jasarevic.
La medida se aplica sobre todo a “personal no esencial” y es una prueba para comprobar si la organización puede seguir manteniéndose completamente operativa con parte de sus empleados trabajando desde casa, subrayó el portavoz.
Jasarevic subrayó que la medida no se debe a que se hayan dado casos de COVID-19 entre el personal de la OMS en Ginebra, a diferencia de la Organización Mundial del Comercio (OMC), que esta semana suspendió toda reunión en su sede tras diagnosticarse un caso de coronavirus entre sus trabajadores.
La Conferencia de Naciones Unidas para el Comercio y el Desarrollo (UNCTAD) también ha comenzado a aplicar el teletrabajo en parte de sus empleados, mientras que en la sede europea de la ONU, en el Palacio de las Naciones, se ha reducido sensiblemente la actividad y se han cancelado importantes eventos como el Consejo de Derechos Humanos o la Conferencia de Desarme.
EFE