Los retornos de los bonos del Tesoro de Estados Unidos caían el lunes, pero operaban sobre los mínimos de sesión que tocaron en las operaciones en Asia después de que la Reserva Federal recortó sus tasas de interés a cerca de cero y prometió compras de activos para fortalecer la economía global.
* La Fed y los bancos centrales tomaron medidas agresivas el domingo en una acción que recordó los radicales pasos dados hace poco más de una década para enfrentar la crisis en el sistema financiero global.
* Además del recorte de tasas y la compra de activos por más de 700.000 millones de dólares -de los cuales 40.000 millones estaban previstos para el lunes- la Fed y otros grandes bancos centrales también recortaron el precio de sus líneas de swap para facilitar la entrega de dólares a instituciones financieras del mundo que enfrentan problemas en los mercados de deuda.
* El rendimiento de los bonos del Tesoro referenciales a 10 años, que reflejan la visión de largo plazo de los inversores sobre la salud de la economía, perdía 15,4 puntos básicos a 0,800% en las operaciones de media mañana.
* El retorno de la deuda a dos años, que refleja las expectativas de recortes de tasas de interés, tenía un descenso de 10,2 puntos básicos a 0,392%, aplanando la curva en 4,6 puntos básicos. El rendimiento de los bonos a 30 años cedía 13,6 puntos básicos a 1,431%.
* Algunos inversores quedaron sorprendidos por el movimiento moderado de los rendimientos tras el anuncio de la Fed. “La respuesta simplista es que ‘esto ya estaba incluido en el precio’, y en cierta medida se esperaba el recorte de tasas y el eventual retorno del alivio cuantitativo”, dijo Ian Lyngen, jefe de estrategia de tasas estadounidenses en BMO Capital Markets.
* También el lunes, datos mostraron que la actividad manufacturera en el estado de Nueva York sufrió en marzo su mayor caída en los registros y alcanzó su cota más baja desde 2009, ofreciendo un vistazo al impacto del coronavirus en la economía de Estados Unidos.
* El reporte de la Fed de Nueva York también mostró que el optimismo de los manufactureros sobre el futuro alcanzó un piso no visto desde la crisis financiera. Reuters