Las aerolíneas del mundo claman por ayuda para sobrevivir a la crisis generada por la pandemia del nuevo coronavirus, que obliga a mantener a sus aviones en tierra.
El temor generalizado, los cierres de fronteras y las prohibiciones de viajes llevaron a anular unos 185.000 vuelos.
La pandemia “es peor que el 9/11 para la industria del transporte aéreo”, dijo el secretario del Tesoro de Estados Unidos, Steven Mnuchin, en una conferencia de prensa en la Casa Blanca, en alusión a los atentados de 2001 contra el país.
Es una “situación sin precedentes” y “nadie sabe cuánto durará ni cuál será su impacto”, estimó Brendan Sobie, analista independiente del sector basado en Singapur.
“Para fines de mayo de 2020, la mayor parte de las compañías aéreas del mundo irán a la quiebra”, alertó por su lado la firma de análisis de mercados CAPA.
Frente a estas sombrías perspectivas, las aerolíneas esperan ser rescatadas por las autoridades, de la misma forma que se rescataron a los bancos durante la crisis global de 2008.
Las compañías aéreas estadounidenses, que debieron suspender millones de vuelos y rutas transatlánticas, así como congelar los pedidos, necesitan 25.000 millones de dólares en forma urgente y otro tanto en créditos a corto y mediano plazo.
Sus pares británicas pidieron más de 9.000 millones de dólares al gobierno.
“Debemos apoyar a las compañías aéreas. No es su culpa”, dijo el presidente estadounidense Donald Trump en la Casa Blanca, sin anunciar medidas concretas.
Esta crisis también podría conducir, en el largo plazo, a cambios para los usuarios y a “un aumento de tarifas porque las compañías intentarán compensar sus pérdidas”, advirtió Shukor Yusof, analista de la consultora aeronáutica Endau Analytics, de Malasia.
– Controversias –
Por su lado, el gobierno italiano se dispone a nacionalizar Alitalia.
Según los medios, Roma previó otorgar 600 millones de euros para todo el sector aéreo del país, en el que Alitalia lleva la parte del león.
Pero esa ayuda no está exenta de controversia, especialmente entre quienes criticaron los planes de salvataje del sector bancario en 2008. Tampoco entre los grupos ambientalistas, que acusan al transporte aéreo, muy contaminante, de propiciar el cambio climático.
Asimismo, muchos países deberán decidir cómo priorizan las ayudas ante la amenaza de la recesión.
“Las aerolíneas pueden figurar al tope de la lista, pero casi toda la industria mundial enfrenta presiones sin ser rescatada por los gobiernos”, consideró Stephen Innes, responsable de estrategia de mercado de AxiCorp.
Pero el transporte aéreo es un actor económico de peso y vital para sectores como el turismo, y para la industria aeronáutica como Airbus, Rolls Royce o Boeing.
De hecho, el gigante estadounidense Boeing pidió ayuda a la Casa Blanca y al Congreso para hacer frente a la pandemia de Covid-19.
La firma dijo en un correo electrónico que hay “discusiones positivas en curso entre el gobierno y los líderes de la industria” en Estados Unidos, que proporciona trabajo a 2,5 millones de personas y a 17.000 subcontratistas.
– Reducción de costos –
En tanto, las aerolíneas buscan reducir costos con recortes de empleos, cancelación de rutas, renegociación de contratos con proveedores y la utilización de aviones más pequeños y baratos.
En Europa, el Groupo ADP, que gestiona los aeropuertos parisinos de Roissy-Charles de Gaulle y Orly, pronostica una caída del tráfico del 25% en sus plataformas principales a partir de marzo y durante los próximos cuatro o cinco meses.
El Grupo ADP va a cerrar parte de sus instalaciones en París y en las terminales aéreas de Aman, Jordania; Ohrid, en Macedonia; y Riga, en Letonia.
Air France impulsará a partir del 23 de marzo un plan de desempleo parcial para todos sus empleados por un período de seis meses, una medida que afectará en promedio un 50% del tiempo de trabajo, según fuentes sindicales.
Air France-KLM prevé una reducción de entre 70% y 90% de su actividad al menos en los próximos dos meses.
La alemana Lufthansa prevé suprimir “hasta el 90%” de su capacidad de vuelos de largo alcance y mantendrá apenas 20% de su capacidad para los trayectos cortos.
Su filial austríaca Austrian Airlines suspenderá todos sus vuelos a partir del jueves y hasta el 28 de marzo.
En tanto, IAG, la casa matriz de British Airways, anunció que prevé una reducción de “al menos 75%” de su capacidad de vuelo entre abril y mayo.
Las aerolíneas rusas avizoran asimismo importantes pérdidas y quiebras, alertó este martes el jefe de la Agencia Federal de Aviación. AFP