La cuarentena por el coronavirus, tiene a toda la población muy aburrida en casa, algunos ven Netflix, escuchan música y otros aprovechan el rato para meditar. Si estas con tu pareja, seguramente querrás reavivar un poco la intimidad con nuevos trucos sexuales.
Con información de El Confidencial y El Farandi
Aprovecha el tiempo de cuarentena con tu pareja y disfruta del mejor sexo; pues en estos momentos de encierro, es cuando se presenta ese tipo de encuentros placenteros. Sin embargo, sabemos que querrás que sea un momento inolvidable por lo que a continuación te presentaremos algunos trucos y/o pocisiones para que puedas atender a los diversos factores de estimulación de tu compañera sexual.
El misionero
Comencemos por la postura más sencilla y tradicional: el misionero. Para practicar esta posición la mujer debe acostarse boca arriba y el hombre colocarse sobre ella entre sus piernas. A partir de aquí todo viene rodado, ya que él puede penetrar fácilmente a su pareja.
Esta posición no solo permite una penetración profunda, sino que también es más íntima, ya que puedes besar y mantener el contacto visual.
El puente de Londres
Aunque el nombre pueda sonar inverosímil, la práctica es sencilla. La mujer se acuesta boca arriba con las piernas dobladas y en el aire. Estas extremidades deben estar un poco separadas a la altura de los hombros de él, al tiempo que la chica se agarra las plantas de los pies con las manos.
Si tu pareja hace yoga apreciará llevar esta práctica a la cama e, incluso si no le gusta, apreciará el orgasmo. Esta postura te permite alcanzar todos sus ángulos mientras está boca arriba. También es una posición ideal si quieres involucrar a su clítoris. Con una mano puede estimularlo y con la otra puedes ayudarla a aguantar en esta posición.
La carretilla de rodillas
¿Quién no ha jugado a correr sobre el césped o la arena de la playa cogiendo a un amigo por las piernas, mientras que él utiliza sus manos para avanzar? Esta es su versión sexual. Lo normal es que él estuviera de pie mientras ella, mantiene las manos al suelo y piernas en las caderas de él, pero mantenerla durante mucho rato puede ser realmente agotador. Por lo que la versión con las rodillas al suelo es mucho mejor, ya que es más cómoda para ambos.
La amazona
Ella se pone encima y comienza a “cabalgar” sobre él. No hace falta que cada pierna esté a un lado sentada a horcajadas. Se pueden mantener las dos piernas en el mismo lado. La postura procura un placer intenso entre ambos ya que se facilita la penetración casi total. Además, es posible practicarla a la inversa, la mujer no tiene por qué mirar al hombre, puede ponerse de espaldas a él y que este observe cómo ella leva el ritmo.
Piernas sobre los hombros
Mientras ella está boca arriba, haz que suba las piernas hasta tus hombros. El ángulo de su cuerpo debe ser aproximadamente de 90 grados. El movimiento de las piernas sobre los hombros debe considerarse un elemento básico, ya que permite una penetración vaginal profunda.
Si la versión más básica de esta postura no la hace reaccionar, intenta agarrarle el trasero e inclinar la pelvis hacia arriba. Y recuerda pregúntarle cómo le gusta más, ya que un pequeño cambio puede ser la diferencia entre no tener un orgasmo y tenerlo en cuestión de minutos.
La cucharita
La postura de la cucharita puede ser aún mejor de lo que esperabas como te contábamos en otro artículo de El Confidencial. Realizarla es bastante sencillo. Mientras ambos estáis acostados de lado como si fueseis dos cucharas juntas en un cajón, penetra a tu pareja. Para aumentar la intensidad, puedes abrazarla. Si por alguna razón te das cuenta de que no puedes penetrarla profundamente, aléjate de ella. Esto te permite reposicionarte en un ángulo donde puedas.
Pelvis arriba
Por último, pero no menos importante, te recomendamos esta postura con la que tendrás que ejercitar tu pelvis. Ella debe acostarse boca arriba, con las piernas apoyadas sobre tus hombros. Tú estarás de rodillas y te deslizarás dentro de ella. Deberás levantarle el trasero con las manos para que encaje adecuadamente en tu pene. Si vais a estar un rato, mejor pon una almohada bajo su coxis, así no tendrás que sujetarla y hará el mismo efecto.
Que ella tenga algo para elevar la pelvis también es bueno para que puedas dejar tus manos libres, con las que podrás tocarle los pechos, el vientre, el clítoris, peinarte, incluso. Si a ella le gusta que le comas los pies, no dudes en hacerlo, pues los tienes más ‘a boca’ que nunca.