Brasil ha registrado hasta este jueves siete muertos por coronavirus, todos ellos mayores de 60 años, mientras que el número de casos confirmados saltó un 45 % en un solo día, hasta los 621, según el último balance del Ministerio de Salud.
La región más golpeada por la pandemia es el estado de Sao Paulo, el más poblado e industrializado del país, donde se han notificado 286 contagios y cinco de los fallecidos por COVID-19.
Pese a que el último balance del Ministerio de Salud sólo contabiliza seis óbitos, la secretaría de Salud de Sao Paulo confirmó poco después la quinta muerte en ese estado.
Por detrás aparece el estado de Río de Janeiro, con 65 casos confirmados y dos óbitos.
Las autoridades sanitarias alertaron que el coronavirus continúa su expansión por el país una vez detectados casos de transmisión comunitaria en varias de sus principales ciudades, como Río de Janeiro, Sao Paulo, Porto Alegre y Belo Horizonte.
El ministro de Salud, Luiz Henrique Mandetta, aseguró que debe haber “muchos casos” más en el país que ni siquiera se han realizado las pruebas para detectar el virus.
“Solo estamos viendo la punta del iceberg”, expresó en una rueda de prensa en Brasilia.
“Estamos al pie de la montaña y vamos a comenzar a subir la montaña”, alertó.
En este sentido, recomendó el “aislamiento domiciliario” para todos aquellos que presenten algún síntoma de la enfermedad, así como para el resto de familiares que convivan con esa persona.
“Ese virus es un enemigo duro”, sentenció el ministro.
Asimismo, insistió en la necesidad de “triplicar” la higiene de las manos “con agua y jabón” y proteger a los ancianos, que son grupo de riesgo para el nuevo coronavirus.
Brasil, el país de Latinoamérica más afectado por la pandemia y cuya población ronda los 210 millones de personas, viene adoptando medidas de forma lenta para contener la propagación del COVID-19.
La Cámara de Diputados aprobó en la víspera la declaración de “estado de calamidad pública” a pedido del Gobierno, aunque aún tiene que ser votado por el Senado.
Ese medida le permitirá al Gobierno de Jair Bolsonaro una mayor libertad en el manejo de los presupuestos para enfrentar la pandemia global.
El Ejecutivo decidió este jueves cerrar temporalmente todos sus fronteras terrestres para contener la expansión del coronavirus, aunque permitirá el tránsito de mercancías, las acciones humanitarias y el regresos al país de sus ciudadanos.
La medida tendrá una validez de 15 días prorrogables y prohíbe con carácter “excepcional” el ingreso de “extranjeros oriundos” de Argentina, Bolivia, Colombia, Guayana Francesa, Guyana, Paraguay, Perú y Surinam.
El Gobierno de Jair Bolsonaro, que dos días antes ya había anunciado el cierre de la frontera terrestre con Venezuela, afirmó que publicará otra resolución en relación a Uruguay.
En el área económica, el pasado lunes, anunció un plan de choque que incluye la inyección de 147.300 millones de reales (casi 30.000 millones de dólares) a fin de paliar los impactos de la pandemia del coronavirus en el país.
Más de la mitad de esa cantidad se destinará a la población más carente a través del pago anticipado de ayudas sociales, subsidios para trabajadores informales y autónomos, y la liberación de ahorros de los trabajadores retenidos en fondos de garantía laboral.
También anunció medidas de auxilio para algunos de los sectores más golpeados por las crisis sanitaria internacional, como el aéreo.
EFE