El coronavirus ha tomado a la comunidad venezolana inmigrante en España en desventaja. Sin posibilidades de regularizarse ni de documentarse. Y los que estaban a punto de hacerlo, sienten de nuevo la pérdida de todo. Así lo reseña alnavio.com
Por José Antonio Carrero y Raquel Pestana
Pau M., bióloga, tiene cuatro años en España. Le había sido imposible solicitar su arraigo social, y había conseguido un trabajo como Glover… Tenía cita para abril. Hasta que llegó el coronavirus. Ayer bajó al portal de su edificio, y se quedó distraída. Pasó la Policía Nacional, la sancionaron y le abrieron expediente de expulsión…
Rafael C., ingeniero, llegó a finales del año pasado. Había presentado solicitud de asilo, y tenía su entrevista en marzo. Le han llamado y le han suspendido la cita, que será reprogramada para después del Estado de Alarma…
Casos como éstos se repiten en el éxodo de venezolanos en España. El coronavirus ha tomado a la comunidad inmigrante en España en desventaja. Sin posibilidades de regularizarse ni de documentarse. Y los que estaban a punto de hacerlo, sienten de nuevo la pérdida de todo.
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