Una mujer de 26 años de la ciudad de Nueva York dice que el coronavirus la llevó a un hospital con oxígeno, a pesar de no tener síntomas subyacentes que la pondrían en mayor riesgo de contraer el virus, según un informe.
Fiona Lowenstein dijo a CNN que había planeado superar la enfermedad en casa después de tener fiebre el 13 de marzo.
“La fiebre persistió hasta el día siguiente cuando comencé a tener tos”, dijo Lowenstein.
Pero en dos días, dijo que comenzó a sentirse mejor y tenía la impresión de que lo peor había pasado.
“Comencé a planear ducharme el lunes, volver a algunas de mis tareas domésticas”, dijo Lowenstein.
Al día siguiente, sin embargo, comenzó a vomitar y experimentar escalofríos, así como falta de aliento.
“Se exacerbó durante todo el lunes hasta el punto en que tuve que ir a la sala de emergencias porque no podía hablar, no podía caminar, no podía comer”, dijo a la tienda.
Lowenstein fue tratada durante dos días en el hospital, donde le pusieron oxígeno, según CNN. Desde entonces ha sido liberada y ahora permanece aislada mientras se recupera de la prueba.
“Me siento mejor cada día, pero hay algunos síntomas persistentes, por lo que probablemente pasará un tiempo antes de que vuelva a mi estado normal”, dijo.
Advirtió a otros sobre la rapidez con que el virus puede escalar, incluso para adultos más jóvenes como ella.
“Definitivamente negaba lo grave que podía ser”, dijo.
En todo el país, ha habido más de 50,000 casos de COVID-19 a medida que el número de muertos sube a más de 600, según las últimas cifras de la Universidad John Hopkins.