El dólar estaba el viernes en camino a su mayor declive semanal en más de una década, ya que los planes de estímulos por billones de dólares lanzados por gobiernos y bancos centrales ayudaron a mitigar las pérdidas de los mercados globales generadas por la pandemia de coronavirus.
El dólar había estado apreciándose desde marzo, en medio de una fuerte demanda de inversores que intentaban contar con la moneda de mayor liquidez en el mundo, que además es considerada como un activo seguro.
Pero los compromisos de grandes gastos fiscales de los gobiernos, incluyendo el paquete de estímulos de 2,2 billones de dólares aprobado por Estados Unidos, y los esfuerzos de los bancos centrales en todo el mundo por incrementar los volúmenes de dólares en el mercado ayudaron a otras divisas importantes.
Un salto sin precedentes el jueves en los pedidos de subsidios por desempleo de Estados Unidos dejó en evidencia el impacto del coronavirus en la economía del país, lo que debilitó más al dólar.
La moneda estadounidense se mantenía en niveles más bajos el viernes, que subía un marginal 0,2% contra una cesta de divisas rivales, aunque igual iba en camino a perder un 3% en la semana, su mayor declive en cinco sesiones desde mayo del 2009.
Las oscilaciones ponen de relieve la enorme volatilidad del mercado cambiario luego de que el índice dólar anotó la semana pasada su mayor alza semanal desde el final de la crisis financiera.
“La fuerte variación del dólar desde ayer fue una evidencia clara de que las vastas medidas de instituciones como la Reserva Federal para abordar los problemas de liquidez en dólares finalmente están teniendo éxito”, dijeron analistas de MUFG en una nota enviada a clientes.
Contra el yen, el dólar bajaba 0,7% el viernes a 108,855 unidades, ya que los inversores y compañías japonesas repatriaron fondos antes del final del año fiscal en el país la próxima semana.
El euro sumaba tímidamente un 0,2% a 1,10080 dólares e iba camino a registrar un alza de casi 3% contra la divisa norteamericana esta semana.
Reuters