Reino Unido recurrirá a los bomberos para que ayuden a repartir alimentos, retirar cadáveres y conducir ambulancias mientras se prepara para el inminente pico del brote de coronavirus que ya se ha cobrado la vida de más de 22.000 personas en todo el mundo.
Reino Unido había adoptado un enfoque sorprendentemente moderado ante la peor crisis sanitaria desde la epidemia de gripe de 1918. Cambió de estrategia para imponer controles estrictos después de que las proyecciones mostraran que un cuarto de millón de británicos podían morir.
El primer ministro Boris Johnson ha ordenado el confinamiento de la población de la quinta economía más grande del mundo para evitar la propagación del COVID-19, la enfermedad causada por el nuevo coronavirus, prohibiendo a los británicos salir de sus casas salvo para lo esencial.
Hasta ahora, 578 personas en Reino Unido han muerto después de dar positivo en las pruebas del coronavirus y el número de casos confirmados se ha elevado a 11.658. Ya es el séptimo país con mayor número de muertos por COVID-19, después de Italia, España, China, Irán, Francia y Estados Unidos, según un recuento de Reuters.
En virtud de un acuerdo alcanzado entre el Sindicato de Bomberos (FBU por sus siglas en inglés), los jefes de bomberos y los contratistas de bomberos y equipos de rescate, los bomberos continuarán respondiendo a sus emergencias habituales, pero ahora también llevarán a cabo nuevas tareas.
“Nos enfrentamos a una crisis de salud pública sin precedentes en nuestras vidas. El brote de coronavirus es ahora una emergencia humanitaria y los bomberos quieren, con razón, ayudar a sus comunidades”, dijo Matt Wrack, secretario general del FBU.
“Muchos temen que la pérdida de vidas en este brote pueda ser abrumadora y los bomberos, que a menudo manejan situaciones e incidentes terribles, están listos para intervenir y ayudar en la recogida de los cuerpos”.
Además de recoger a los que mueren si hay bajas masivas, los bomberos pueden conducir ambulancias y llevar comida y medicinas a aquellos vulnerables, según el acuerdo.
Para hacer frente al brote, Reino Unido ya ha pedido a decenas de miles de médicos y otros profesionales sanitarios jubilados que vuelvan a trabajar, mientras que cientos de miles de personas se han ofrecido como voluntarios para ayudar al Servicio Nacional de Salud.
El viernes, el servicio de ambulancias de la capital pidió ayuda a los antiguos paramédicos y al personal de la sala de control. La policía de Londres pidió a los oficiales que se han retirado en los últimos cinco años que vuelvan.
“Es importante que tomemos todas las medidas razonables para reforzar nuestros efectivos”, dijo la comisaria de la Policía Metropolitana de Londres, Cressida Dick. Reuters