Asmática, diabética y casada con un ciudadano americano, la venezolana Rosmary Freites vive un calvario diario en el Broward Transitional Center en Pompano Beach. En medio de la crisis por la pandemia del nuevo coronavirus, Freites teme contagiarse y no poder volver a ver a su esposo y dos hijastros a quienes ella cría.
Por: El Sentinel
David Freites, el hermano de Rosmary, junto a grupos defensores de inmigrantes en el sur de Florida, está implorando a las autoridades liberar a su hermana para evitar que se contagie.
“Mi hermana me ha llamado y me ha dicho que hay una persona o dos con coronavirus”, dijo David Freites a El Sentinel.
El Sentinel ha intentado sin éxito, hasta ahora, contactar a las autoridades del Broward Transitional Center (BTC).
Según Freites, su hermana, de 23 años y casada con un ciudadano americano, fue detenida en diciembre en Tampa, donde vivía, por manejar sin licencia. Cinco días después las autoridades informaron a la familia que ella se encontraba detenida en el sur de Florida.
“Tenemos que alzar la voz para que por favor logremos la libertad de estas personas. Ayúdenos. Necesito ayudar a mi hermana. Necesito sacarla de ahí para que no se nos muera”, dijo Freites. “¿Qué van a esperar los de ICE? ¿Que se mueran todos allá adentro?”.
Los organizadores que forman parte del Círculo de protección de Miramar y Friends of Miami Dade Detainees están preocupados por las condiciones en que los inmigrantes están detenidos en el sur de Florida y su exposición al coronavirus en instalaciones que desde ya están abarrotadas, dicen.
“Los centros de detención en el sur de Florida se convertirán en campos de exterminio si no tomamos medidas, ésta es una crisis de salud pública”, dijo a El Sentinel María Bilbao, organizadora comunitaria de United We Dream y miembro del Círculo de Protección. “ICE necesita dejar de detener a más inmigrantes y liberar a todos los detenidos de inmediato”.
Hasta miércoles 1 de abril, Florida tenía 69551 casos positivos del nuevo coronavirus. En el condado de Miami-Dade, que lidera el estado, hay 2,165 casos, en Broward 1,232 y en el de Palm Beach 542. En Florida han muerto 89 personas por el virus hasta ahora, según la última actualización de los funcionarios de salud estatales.
De acuerdo con las autoridades de salud las personas mayores y las que padecen afecciones médicas preexistentes como: hipertensión arterial, diabetes, o enfermedades al corazón desarrollan casos graves de la enfermedad con más frecuencia que otras.
Bilbao, con el Círculo del Protección de Miramar, ha creado una petición en la página Change.org para presionar a las autoridades. Hasta el martes habían recaudado 793 de las 1,000 firmas requeridas.
“Es criminal lo que están haciendo”, dijo Bilbao. “La gente ahí está totalmente expuesta al virus”.
Bilbao dice que las personas que la han contactado le han dicho que todos los días entran unas 30 personas a ese lugar.
Según datos del gobierno federal, más del 60 por ciento de las personas se encuentran en prisiones de inmigrantes privadas. Por ejemplo, GEO Group y Corrections Corporation of America/CoreCivic juntos detienen a aproximadamente 15,000 personas por día.
Los detenidos comen, duermen, se duchan y viven en contacto cercano con otras personas, creando un caldo de cultivo perfecto para el COVID-19.
Peligrosa proximidad
Así como Freites, hay otros inmigrantes con este tipo de problemas de salud que han contactado a los activistas en Florida pidiendo ayuda, dijo Bilbao.
El martes, el Senador Bob Menéndez (demócrata por New Jersey), instó, en una carta enviada al Departamento de Seguridad Nacional (DHS por sus siglas en inglés) y a ICE, a liberar a detenidos no violentos, que no representan una amenaza para la seguridad pública, debido al brote del coronavirus.
“La proximidad de las personas recluidas en centros de detención representa un peligro para la salud de los detenidos, los empleados del centro y el público en general. Es necesario reducir el número de personas detenidas para luchar contra la propagación comunitaria del virus y salvar vidas”, dijo Menéndez en una carta enviada al Secretario Interino del DHS Chad Wolf y al Director Interino del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés), Matthew Albence.
En el sur de Florida, los activistas exigen que todos los inmigrantes confinados sean liberados, comenzando con los mayores de 50 años y aquellos con sistemas inmunes comprometidos o que presenten dificultad respiratoria.
“Tenemos múltiples relatos de primera mano de alimentos inadecuados, falta de productos de saneamiento y no hay máscaras protectoras para los inmigrantes detenidos obligados a estar muy cerca el uno del otro. Esto es una bomba de tiempo. No existe el distanciamiento social en los campos de detención”, dijo Bud Conlin, presidente de Friends of Miami Dade Detainees.
Desde la semana pasada, los activistas dicen haber estado recibiendo llamadas telefónicas y mensajes de texto de familiares de personas detenidas en el Centro de Transición de Broward (BTC) en Pompano Beach, diciendo que hay un brote de coronavirus y que creen que unas 6 personas están infectadas y han sido puestas en cuarentena, dijo Bilbao.
El senador Menéndez señaló que el 60% de los 38,000 detenidos en Estados Unidos bajo custodia de ICE no tienen condenas penales y miles con solicitudes pendientes de asilo y han demostrado un temor creíble de ser perseguidos o torturados en caso de ser devueltos a su país de origen.
“Mi hermana no se va a escapar. Ella tiene familia que tenemos estatus legal acá en Estados Unidos incluyendo su esposo que es ciudadano. ¿Van a deportarla a Venezuela para que se muera allá?”, dijo Freites.
Bilbao afirma que han logrado conseguir una abogada que ha aceptado el caso de Freites.
En otras partes del país, como en Boston y Massachussets defensores de los inmigrantes están haciendo peticiones similares.