La ciudad de Nueva York, punto caliente del epicentro de coronavirus en Estados Unidos, plantea hacer “entierros temporales” excavando zanjas en parques ante el creciente número de fallecidos a causa de COVID-19, que amenaza con desbordar tanto las morgues establecidas como a las móviles de emergencia, según alertaron este lunes sus autoridades.
El concejal Adam Levine dijo esta mañana en su cuenta de Twitter que “pronto” se harán “entierros temporales” utilizando “un parque de la ciudad de Nueva York para sepulturas” en el que “se excavarán zanjas para diez ataúdes en línea” de forma “digna, ordenada y temporal”, una posibilidad que confirmó una hora después el alcalde Bill de Blasio en su rueda de prensa.
Preguntado por la cuestión, De Blasio no quiso “entrar en detalle” y afirmó que “aún no estamos en el punto en el que haya que hacer eso” pero mencionó la isla de Hart, un emplazamiento “históricamente utilizado” por la ciudad para dar sepelio a personas de bajos ingresos o que no fueron reclamadas por nadie, considerado el mayor cementerio del país.
“Si necesitamos hacer entierros temporales para capear la crisis y después trabajar con cada familia para que tengan sus arreglos apropiados, tendremos la capacidad de hacerlo”, explicó el alcalde, que ha “estado trabajando de cerca con el Gobierno federal” para evitarlo y abogó por “poner toda la energía y recursos para salvar a la gente”.
DESBORDAMIENTO DEL SISTEMA
Levine indicó que el número de cadáveres de personas fallecidas en la crisis del COVID-19 que se están acumulando es “equivalente a un 11 de septiembre” y debido a ello las cámaras refrigeradas de la Oficina Médica local, consideradas la “morgue local”, pronto “estarán llenas”, un problema que se extiende a las morgues de los hospitales, las casas funerarias y los cementerios, que están recurriendo a medidas de refuerzo.
“La morgue típica de un hospital puede albergar 15 cuerpos. Ahora están todas llenas. La Oficina Médica ha enviado 80 camiones refrigerados a los hospitales (morgues móviles) de toda la ciudad, que pueden albergar 100 cuerpos cada uno. Están casi todos llenos también. Algunos hospitales han tenido que añadir un segundo o un tercer camión”, explicó el concejal.
Levine aseguró que “nada importa más en esta crisis que salvar a los vivos” pero la población “debe enfrentarse a la macabra realidad de que necesitamos más recursos para gestionar a nuestros fallecidos también”, por lo que llamó reclutar no solo personal sanitario, sino profesionales de “asuntos mortuorios” para reforzar estos servicios.
DIFICULTAD PARA CONTABILIZAR
“Familias en duelo han dicho que han llamado hasta a media decena de casas funerarias y no hay ninguna que pueda ocuparse de sus seres queridos fallecidos. Los cementerios no pueden afrontar el número de solicitudes de enterrios y están declinando la mayoría. Y no son solo las muertes en hospitales lo que sube”.
Según Levine, en “un día normal antes de la crisis” había entre 20 y 25 muertes en casa en la ciudad de Nueva York, pero raíz de esta pandemia el número es se ha disparado a entre 200 y 214 “cada día”, subrayó, lo que agranda las dificultades para llevar la cuenta..
Las autoridades “no tienen la capacidad de hacer tests (de coronavirus) al gran número de personas que están muriendo en sus casas”, por lo que solo constan en los certificados los fallecidos a causa del COVID-19 a aquellos que tuvieron un positivo y “eso casi con seguridad signfica que estamos subregistrando las víctimas de la pandemia”, agregó el concejal.
EFE