Luis Xavier Grisanti: Una guerra de precios de librito

Luis Xavier Grisanti: Una guerra de precios de librito

A principios de los años 80 del siglo XX, el mercado petrolero mundial comenzó a mostrar signos de debilitamiento después de la súbita elevación de los precios del petróleo como consecuencia de la sustracción temporal de la oferta de varios millones de barriles diarios durante la Guerra del Yom Kippur (1973), el derrocamiento del Sha de Persia (diciembre de 1978) y la guerra entre Iraq e Irán (1980). La cotización nominal promedio del crudo Dubai se disparó de US$1,90 por barril (b) en 1972, a un pico histórico de $35,69/b en 1980 ($109/b, a valores de 2019); el de la cesta de exportación de Venezuela subió de US$1,84 por barril en 1970, a $29,71 en 1981 (¡1.500%, más de 16 veces!). Algunos crudos extra-livianos del Mar del Norte (Brent) y África (Forcados), remontaron puntualmente los $40/b en 1980-1981 ($122/b, a valores de 2019).

La ley de la oferta y la demanda, imposible de derogar por decreto en la historia universal, comenzó a funcionar: se contrajo el consumo de petróleo, se aplicaron políticas de conservación y eficiencia, se estimuló la producción de fuentes renovables y no renovables de energía y se expandió enormemente la oferta petrolera (básicamente de los países no miembros de la OPEP). Uno de los pocos especialistas petroleros que advirtió tal desenlace, fue el ingeniero Félix Rossi-Guerrero, a la sazón gobernador de Venezuela en la OPEP, formado en el venerable y desaparecido Ministerio de Minas e Hidrocarburos en los tiempos de Juan Pablo Pérez Alfonzo.

Como consecuencia de tales factores, se desplomó la producción de crudo de la OPEP, de 30 millones de barriles diarios (MBD) en 1978, a 15MBD en 1986. La participación de la OPEP en el mercado mundial se contrajo de un 50% en los años 70, a menos de 30% en 1985. El excedente de oferta sobre la demanda tumbó la cotización del crudo Dubai, del pico de $35,69 en 1980, a $13,10/b en 1986 ($23/b, a valores de 2019). La cesta venezolana se derrumbó a $12,82/b ($22,50/b, a valores de 2019). La semana del 30 de marzo al 3 de abril, la cesta venezolana se ubicó en $13,74/b!, es decir, el precio de exportación del país, en dólares con poder adquisitivo de 2019, está $8,76/b menos que en 1986 (-39%), su nivel más bajo en casi cinco décadas.





Como era de esperarse, sobrevino una feroz guerra de precios en 1986. Los países árabes del Golfo Pérsico, vista la pérdida de sus mercados y después de intentar sostener los precios mediante la asignación de cuotas decrecientes de producción en la OPEP (a partir de 1982), optaron por levantar su extracción desde setiembre de 1985, causando un derrumbe deliberado de las cotizaciones. El todo poderoso ministro de petróleo saudí, el jeque Ahmed Zaki Yamani, afirmó: “we engineered the glut,” es decir, “nosotros diseñamos la inundación del mercado.”

Se trata del librito de la teoría económica de los oligopolios, aplicado al mundo real del mercado petrolero. Los exportadores más eficientes (del Golfo Pérsico) incrementaron los suministros para rebajar los precios y desplazar del mercado a los productores más ineficientes y de más alto costo (todos los demás). Y así ocurrió, entonces y ahora. El costo promedio de producción actual de Arabia Saudí (“cash cost”, excluye costo del capital), se ubica en $8,98, a valores de 2016. Venezuela: $27,62/b ¿Y qué nos dice la teoría económica?: el piso de los precios es el costo marginal del productor más eficiente: Arabia Saudí.

La presidencia de la OPEP la ejercía entonces un venezolano: Arturo Hernández Grisanti, ministro de Energía. El ministro, asesorado por su Delegación técnica, integrada por Mario A. Rodríguez, Carlos E. Luciani y quien suscribe, propuso, en la reunión ministerial de Jiddah, en mayo de 1986, detener la guerra de precios; fijar un nuevo precio de equilibrio (más bajo), que fuera conveniente para productores y consumidores; y determinar el nivel de producción requerido para alcanzar ese nivel de precios. Así de sencillo. Unos ministros propusieron un precio de $24/b como nueva cesta marcadora (Irán), otros $20/b (Indonesia) y los más conservadores $17/b (Arabia Saudí).

Se designó un comité especial para evaluar la propuesta venezolana y presentar una recomendación técnica, integrado por Fadil Al Chalabi (OPEP), Ramzi Salman de Iraq y Alirio Parra de Venezuela. El informe recomendó establecer un precio de equilibrio de $18/b, basado en una cesta de siete crudos OPEP y NO OPEP. La propuesta fue aprobada en la Conferencia Ministerial de la organización, en diciembre de 1986. La guerra de precios se detuvo y la demanda mundial de petróleo y la producción de la OPEP comenzaron a subir de nuevo. Tan simple como eso.

Hoy en día, la OPEP no fija precios; sólo fija topes de producción y permite que el mercado determine el precio de equilibrio. La definición estratégica que debe formular la OPEP es: ¿si todavía conviene o no, a productores y consumidores y a largo plazo, procurar un precio real de $60-70/b (para su cesta referencial); o defender un nivel más bajo, digamos, de alrededor de $40/b, o menos?

Está en el librito la culminación de la guerra de precios de 2020, sólo falta la voluntad política de los productores, incluyendo los exportadores no OPEP, entre ellos, Estados Unidos y Rusia, la cual parece estarse conformando, como lo acaba de adelantar el presidente Trump.

@lxgrisanti