La Secretaría Nacional Antidrogas (SENAD) de Paraguay incautó este viernes una avioneta con 385 kilos de cocaína en el departamento de Alto Paraguay, en el norte del país.
El operativo, en el que han colaborado agentes de la Fiscalía paraguaya, la Policía Nacional y la Armada Nacional, se realizó en una establecimiento rural, cerca del municipio de Bahía Negra, donde se incautaron 12 bolsas de droga en una avioneta abandonada con matrícula boliviana, según recogió el diario Última Hora.
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Así, dos personas que se encontraban en el sitio cuando llegaron las autoridades se han dado a la fuga y, en el mismo lugar, se encontró una pista clandestina de aterrizaje que se utilizaba para el tráfico de drogas. Los agentes incautaron también varios teléfonos y dispositivos GPS.
El presidente de Paraguay, Mario Abdo Benítez, reaccionó a este suceso en sus redes sociales y reafirmó el compromiso de la nación con una lucha “firme y sin tregua” contra el crimen organizado.
“Nuestra lucha firme y sin tregua. Sacamos de circulación 385 kilos de cocaína en la zona de Bahía Negra, con una operación conjunta entre nuestras fuerzas de seguridad. ¡Fuerte golpe al crimen organizado!”, expresó el mandatario a través de su cuenta de Twitter. El propio jefe de Estado publicó fotografías de la droga incautada.
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Esta no es la primera vez que se asesta un golpe al narcotráfico de este estilo. En septiembre pasado, descubrieron en Paraguay plantaciones de marihuana que se vendía en la Argentina. En esa oportunidad, se concretó un procedimiento que permitió el secuestro de 240 toneladas de marihuana y la destrucción de plantaciones y campamentos donde se cultivaba la droga, que tenía como destino final el mercado argentino.
Bajo el nombre Operativo Integración I, la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) y la Secretaría Nacional Antidrogas (SENAD) de Paraguay iniciaron el 20 de septiembre un trabajo secreto en los departamentos de Itapúa y Caazapá, en Paraguay, que les permitió descubrir amplias zonas de producción de marihuana destinada al narcotráfico internacional.
La mayor parte de la producción de cannabis fue emplazada en el Parque San Rafael, un escenario natural ideal para camuflar y esconder las plantaciones.
En este caso en particular, mediante tareas de campo y la utilización y sobrevuelo con helicópteros y pilotos proporcionados por la Argentina, se pudo establecer específicamente dónde se encontraban los puntos de acopio, todos en distintas fases de crecimiento.