Orar frente a las puertas de la iglesia se ha convertido en una tarea fija durante esta inusual Semana Santa en Venezuela y el mundo. Ceremonias online, recorrido del Nazareno en Papa-móvil y santas imágenes en los alrededores de los templos católicos le han acompañado en una suerte de reinvención en medio de la epidemia.
Raylí Luján / La Patilla
Alexander, un mototaxista criado en catolicismo, ha hecho el recorrido de los siete templos en Caracas desde muy joven. Es parte de su formación y crianza, dice. No quiso que el coronavirus chino se lo impidiera esta vez y decidió pasar por al menos cinco iglesias, o lo que la cantidad de gasolina en el tanque de su moto le permitiera.
La iglesia de la Divina Pastora, ubicada en la parroquia capitalina con el mismo nombre fue una de ellas. Era la mañana del Viernes Santo y unas cuantas personas se acercaban. Las imágenes estaban afuera. Muchos se persignaban y continuaban su camino. Otros permanecían durante un par de minutos más para rezar.
En Nuestra Señora de Las Mercedes en la parroquia Altagracia se presenciaba una escena similar. Dos personas orando alrededor del templo y las figuras en cada puerta. Un hombre mayor, dentro de su vehículo. también rezaba.
Explicó que con el poco combustible que le quedaba se dispuso a emprender la tradición que usualmente cumple con su familia en Semana Santa. En esta oportunidad, le tocó solo y sin bajarse de su carro, por ahorrar tiempo. Desde hace unas semanas, se presenta en toda Venezuela una grave escasez de gasolina, que se refleja en extensas filas para surtir y cierre de estaciones de servicio.
Ante las fallas para la distribución de gasolina, dos jóvenes tomaron sus bicicletas para acercarse hasta la Santa Capilla, diagonal al Banco Central de Venezuela. Allí, dos personas mayores oraban en la puerta. La pareja que recién llegaba indicaron que ya habían logrado acudir a varias de las iglesias a las que siempre van en Semana Santa desde que están juntos. Decidieron dejar el carro en casa por no contar con gasolina y usar las bicicletas por la falta de un transporte público en óptimas condiciones.
“Esta es la Semana Santa más Santa, no hay opción de ponerse a hacer más nada, sino reencontrarse con la fe y la disposición de poder asistir a la medida de lo posible u orar por la solución de esto y por quienes están muriendo”, dije el joven que prefirió resguardar su identidad.
Habían feligreses en cada una de las iglesias, pero no aglomeración y eso ya lo hacía un avance más contra la Covid-19, que suma 9 muertes y 175 contagiados en el país.
Otros templos como San Francisco y Sagrado Corazón de Jesús permanecían cerrados. En una de las puertas de Santa Teresa, se encontraba la imagen del Nazareno, que recorrió la capital el pasado miércoles. Los ciudadanos se acercaban apurados a medida que el reloj se acercaba a las 3:30pm, hora límite para ser guardado.
En la iglesia Nuestra Señora de La Candelaria, unas telas y palmas adornaban la entrada. El templo ya estaba a puerta cerrada después de las 4 de la tarde. La plaza, ya vacía, indicaba que era el momento de resguardarse y seguir cumpliendo una cuarentena preventiva que ya cumple 26 días.