“¡Ponte la máscara”!, es la nuevo orden de las patrullas de control desplegadas en Marruecos para hacer respetar el estado de emergencia sanitaria, en momentos en que los industriales locales se lanzan masivamente a producir mascarillas ante la fuerte demanda.
Mientras muchos gobiernos aún vacilan, esta semana Marruecos decidió hacer obligatorio -bajo pena de sanciones- el uso de máscaras para sus 35 millones de habitantes, tras un estudio comparativo de la evolución de la epidemia en diferentes países.
Anteriormente, los industriales del sector textil habían reconvertido su herramienta de producción, con el apoyo del Ministerio de Industria y Comercio.
La comercialización de esos implementos de protección producidos localmente comenzó a finales de la semana pasada, con el objetivo de abastecer no menos de 70.000 puntos de venta.
Hasta entonces, las máscaras se importaban de China, proveedor imprescindible.
– Exportación –
Estas máscaras “de normas internacionales” se venden en los comercios de proximidad por paquetes de 10 a un precio módico de 80 centavos de dirham por unidad (aproximadamente 7 centavos de euro), gracias a las subvenciones del fondo especial de emergencia declarado por el rey, abonado por el estado y mediante donaciones, según el ministerio.
En este contexto, una foto de Mohamed VI con una máscara durante una audiencia el martes, día de la entrada en vigor de la medida, se volvió viral.
Para poder circular, los marroquíes se apresuraron a adquirirlas y las primeras existencias se agotaron rápidamente, según testimonios concordantes.
En las redes sociales, muchas personas se quejan de que no han conseguido comprar. Sin embargo, ahora es raro encontrar transeúntes con el rostro descubierto.
Algunos utilizan máscaras antiguas, protecciones de construcción improbables o bufandas.
Ante la escasez, los precios de las máscaras quirúrgicas disponibles en las farmacias se han disparado, ya que sus tarifas no están reguladas.
Si bien Marruecos sigue dependiendo en gran medida de su agricultura, desde hace años apuesta por la industria para diversificar su economía, con la creación de zonas extraterritoriales que atraen a inversores extranjeros.
A día de hoy, la industria, “que parece ser la clave de la reactivación económica”, se esfuerza aún más por “aumentar su participación en el PIB”, explica el Alto Comisionado para el Plan (HCP).
La producción de respiradores artificiales de diseño marroquí también acaba de ser lanzada movilizando médicos, investigadores e industriales implantados en una zona franca dedicada a la aeronáutica cerca de Casablanca. Se está produciendo una primera serie de 500 unidades.
El número de casos oficialmente declarados de covid-19 en Marruecos es hasta el viernes de más de 1.400, de los cuales 105 murieron. Estas cifras deben analizarse teniendo en cuenta el escaso número de pruebas realizadas, aproximadamente solo unas 7.000.
Para limitar el contagio, las autoridades apuestan sobre todo por un confinamiento muy estricto. Los que incumplen las normas se exponen a hasta tres meses de prisión y hasta 1.300 dirhams de multa (115 euros). AFP