Durante las últimas dos semanas, Sudáfrica ha experimentado una situación excepcional que los médicos todavía no logran explicar: una caída dramática e inesperada en la tasa diaria de contagios por coronavirus.
Por Andrew Harding / BBC
Las camas en los hospitales están listas, se han preparado salas enteras, las operaciones no urgentes han sido reprogramadas y las ambulancias, equipadas.
Mientras, los equipos médicos han estado ensayando sin parar los protocolos durante semanas y las autoridades de salud se han pasado largas horas en reuniones en línea elaborando y ajustando sus planes de emergencia.
Pero hasta ahora, y contra la mayoría de las predicciones, los hospitales de Sudáfrica permanecen calmados: el “tsunami” de infecciones que muchos expertos auguraron no se ha materializado. Al menos, no todavía.
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