Lo que se ha visto en las residencias de ancianos en Italia es «una masacre». La acusación la hizo Ranieri Guerra, director general adjunto de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que forma parte del comité técnico científico que asesora al gobierno sobre la epidemia del coronavirus. Son muchos los casos escandalosos. Varios se han registrado en los Castelli Romani, grupo de municipios de la provincia de Roma, cerca de la capital, en los que hay diversas residencias para ancianos. Son cientos los muertos en las últimas semanas. En la mayoría de los casos no pudieron despedirse de sus seres queridos ni recibir una última caricia.
Por abc.es
Muchas familias han quedado destrozadas y narran historias dramáticas al programa de la RAI «Quién lo ha visto», testimonios que también han sido recogidos en los medios italianos. Una mujer manifestó que en la clínica-residencia San Raffaele en Rocca di Papa, uno de los municipios de Castelli Romani, su padre fue hospitalizado en la misma habitación que un paciente contagiado por el coronavirus. La señora explicó que planteó el problema en la residencia, recibiendo esta respuesta: «No podemos aislar a todos los pacientes con fiebre y tos». Una vez que estalló la epidemia, en muchas residencias se produjo una desbandada de empleados: los trabajadores ya no volvieron por temor a ser infectados y los pacientes fueron abandonados a su suerte. A los familiares se les informó tarde de la presencia de casos positivos de coronavirus, o se enteraron por la prensa. Una señora manifestó al citado programa de la RAI que no pudo ver a su madre y recibió solo una llamada telefónica informándole de su desaparición. «Solo obtuvimos el ataúd con el certificado de defunción. El no saber quién está en ese ataúd es peor».
En otro féretro
Precisamente, esta situación dramática realmente sucedió, según cuenta a la RAI otra mujer que perdió a su madre infectada de coronavirus en la residencia de ancianos donde se hospedaba: «Después de su muerte y de la entrega del ataúd, me llamaron para decirme que había habido un error y que el cuerpo de mi madre todavía estaba en la morgue. Pedimos justicia por estas muertes que podían haberse evitado. Se dijo desde el principio que este era el virus de los ancianos, pero no han sido protegidos».
En el mismo reportaje, la RAI informa que en la «Casa para esposos», una residencia en la que «había 190 personas, han fallecido 70 por el coronavirus; una situación similar se ha registrado en el asilo Virgilio Ferrari».
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