Francia superó el lunes la cifra simbólica de 20.000 muertos por la COVID-19, con 547 nuevos fallecidos registrados desde del domingo, pero el número de pacientes hospitalizados y admitidos en cuidados intensivos sigue bajando lentamente, anunció el director general de Salud.
“Nuestro país superó un umbral simbólico y especialmente doloroso”, dijo Jérôme Salomon.
En total, 20.265 personas perecieron en el país desde principios de marzo.
La COVID-19 mató “con mucha diferencia más que todas las epidemias de gripe, incluso las más mortíferas, y más que la canícula del verano de 2003”, que causó 19.000 muertos, señaló.
Por doceavo día consecutivo, el número de personas ingresadas en cuidados intensivos se redujo: el lunes se registraron 5.863 pacientes (-61). Francia contaba con 5.000 camas de cuidados intensivos antes del inicio de la epidemia.
“La disminución de las necesidades en cuidados intensivos se confirma, pero sigue siendo muy pequeña”, comentó Salomon en su rueda de prensa diaria.
El número de personas hospitalizadas también se redujo: 26 menos que el lunes, y se situó a 30.584.
“La tensión baja de forma desigual y tenemos que continuar los esfuerzos”, insistió el número dos del ministerio de Salud.
Desde principios de marzo, más de 37.000 personas se curaron en hospitales.
AFP