En Georgia ya está permitido salir a cenar y ver una película al cine, mientras que en Misisipí eso no está permitido y solo han podido abrir sus puertas algunos negocios, pero no todos. Los gimnasios, peluquerías, estudios de tatuajes y salones de belleza siguen cerrados en Misispí, pero el viernes ya abrieron en Georgia.
Georgia, un estado conservador del sureste de EE.UU., ha tomado las medidas más atrevidas -o imprudentes- para reabrir la economía, lo que ha hecho que hasta Trump haya criticado al gobernador, el republicano Brian Kemp.
A pesar de la autorización de Kemp, algunos negocios prefirieron este lunes mantener sus persianas cerradas. Es el caso de una icónica cadena de restaurantes Chick-fil-A, de Georgia, que ha decidido mantener clausurados los comedores y solo sirve comida para llevar.
La empresa que sí abrió sus instalaciones fue la popular Waffle House, que por primera vez en un mes dejó a los clientes comer dentro de los restaurantes, aunque con varias restricciones: debe haber una distancia de seguridad entre los comensales y no se reparte la lista del menú para evitar que el virus quede en alguna superficie.
Reporte de Nathaly Salas Guaithero para lapatilla.com y VOA