Ese plan petrolero ya estaba en marcha. Desde 2019. Ahora Maduro, Tareck El Aissami y Asdrúbal Chávez quieren darle forma legal, y ampliarlo a otras áreas. En lo operativo ese es el plan que el 10 de diciembre del año pasado adelantó el diario ALNavío y que hasta ese momento le estaba dando resultados a PDVSA. Pero luego llegaron las sanciones. Luego se fue Rosneft. Luego otro capítulo de las sanciones, y esta semana Chevron anunció que se acogía a lo dictado por Estados Unidos: No producir ni comercializar más petróleo en Venezuela. Así lo reseña alnavio.com
Por Por Juan Carlos Zapata
Si se cumple lo que dice la letra del proyecto, PDVSA se va a convertir es una entidad que vele porque los contratos se cumplan, vayan bien, y que los socios hagan su trabajo. El caso es que PDVSA verá reducida su participación en las llamadas empresas mixtas o en los nuevos contratos de servicio y también dejará de producir petróleo, por sí misma, algo que de hecho, en la práctica, ya está ocurriendo porque de los 660.000 barriles diarios que se supone produce Venezuela, casi 500.000 vienen por la vía de los socios.
Los contratos de servicios pasan a llamarse Acuerdos de Servicios Conjuntos, y esta es una forma, como ocurre siempre con el chavismo, de cambiar lo nombres para engañar incautos. Las empresas mixtas y estos “nuevos” Acuerdos de Servicios Conjuntos entran a controlar los campos petroleros hoy en manos de PDVSA.
La empresa, que creó Carlos Andrés Pérez al momento de la nacionalización petrolera en 1975, la que fue diseñada por Pedro Tinoco, por Gumersindo Rodríguez, por Humberto Calderón Berti y por José Antonio Abreu, entre otros, y pasó a ser bien gerenciada por el general Rafael Alfonzo Ravard, por Calderón, Juan Chacín Guzmán, Brígido Natera, Andrés Sosa Pietri y Luis Giusti, que la llevaron a ser la quinta petrolera del mundo, será convertida por Maduro en la práctica una gestora de negocios.
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