La emergencia de salud pública creada por el coronavirus en la Gran Manzana está provocando una descomunal avalancha de llamadas al número de información de la Ciudad el 311, y es por ello que el alcalde Bill de Blasio anunció este martes un nuevo plan para atender la demanda de cientos de miles de neoyorquinos que a diario están llamando.
Antes de la crisis del COVID-19 el servicio del 311 recibía un promedio de 55,000 llamadas diarias, que no son emergencia, número que se disparó en las últimas semanas, sobre todo las de abril, a casi 200,000.
“Lo que está sucediendo ahora con el 311 es algo muy diferente, para enfrentar una crisis que nunca antes habíamos experimentado”, dijo De Blasio durante su conferencia de prensa diaria sobre el COVID-19.
El Alcalde explicó que el plan para aumentar la capacidad de atención de llamadas consiste en añadir cuatro centros de llamadas, así como contratar a 285 recepcionistas extras, algo que ha venido haciendo la Alcaldía en las pasadas dos semanas.
Entre el nuevo personal para atender llamadas se encuentran empleados multilingües temporales de la Ciudad, cadetes del Departamento de Policía (NYPD), y trabajadores con experiencia del Departamento de Bomberos (FDNY).
Además, también se creó una “línea expresa” para que las personas que llamen no tengan que esperar para recibir información y consejos sobre cómo abordar sus preocupaciones sobre el coronavirus o los problemas relacionados con los alimentos.
Entre las quejas que más están expresando los neoyorquinos que llaman al 311, e incluso mandando fotos por mensajes de texto al app del 311, se encuentran las relacionadas con personas que no están respetando las reglas de usar máscaras o que están violando las normas de distanciamiento social.