Estados Unidos registró la primera muerte por coronavirus de un inmigrante detenido, dijeron el jueves autoridades locales de salud en el estado de California.
Un hombre de 57 años, que estaba en un centro de detención del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) cerca de la frontera con México antes de ser hospitalizado, falleció el miércoles, dijo la Agencia de Servicios Sanitarios y Humanos del Condado de San Diego.
El hombre estaba retenido en el centro de detención Otay Mesa de San Diego y estaba hospitalizado desde abril, según la agencia. El ICE no respondió de inmediato a una solicitud de comentarios por parte de Reuters.
Medios locales reportaron antes que un representante de la familia del fallecido le identificó. Afirmaron que el hombre era diabético y dejó El Salvador con su madre y hermanas en 1980, agregando que vivía en el área de Los Ángeles y estaba detenido desde enero.
“Esta trágica noticia es una muestra más de que la falta de acción resulta en una muerte cruel e innecesaria”, dijo Monika Langarica, abogada de la American Civil Liberties Union, tras conocerse el deceso.
Las instalaciones de Otay Mesa, que pueden albergar a cerca de 2.000 detenidos, reportaron su primer caso positivo de COVID-19 a fines de marzo.
Aunque el ICE ha reducido sus operaciones de arresto y accedió a revisar casos de algunos inmigrantes bajo custodia en riesgo, sigue teniendo a decenas de miles de detenidos y sigue adelante con sus vuelos de deportación.
Defensores de los inmigrantes han pedido que los detenidos -sobre todo los acusados de delitos de bajo nivel- sean puestos en libertad por el riesgo de contraer el COVID-19 durante su encierro. Reuters