Debido al constante aumento de precio en los rubros de primera necesidad, los monaguenses con el transcurrir del tiempo han tenido que cambiar a juro sus hábitos alimenticios.
Lo que era básico para la comida diaria se convirtió en un lujo para muchos. Adquirir proteínas como pollo, huevos, carnes rojas y pescado, pasó a ser muy complicado por los altos costos.
La nutricionista Martha Sánchez Garrido comentó sobre la situación del ciudadano que depende de un sueldo base, “el venezolano no puede alimentarse sin consumir proteínas, por cuanto eso afecta considerablemente su salud”.