En el Mes de la Masturbación, sin planes sociales, sin conexiones, sin citas, de repente tenemos infinitas noches vacías y fines de semana por delante, y qué mejor manera de llenar ese tiempo extra que permitiéndonos un poco de placer. Pero la masturbación puede ser mucho más que una simple liberación de frustración sexual. Puede enseñarnos sobre nuestros cuerpos, mejorar la experiencia de placer y actuar como un calmante para el estrés.
Por infobae.com
Por razones muy obvias, las personas se están masturbando más de lo habitual, y si el aumento en las ventas de juguetes sexuales, las páginas pornográficas y las búsquedas de juguetes sexuales caseros no eran evidencia suficiente, una nueva encuesta tiene los números para demostrarlo. Según Trojan, una compañía de condones y lubricantes sexuales estadounidense, el 36% de los adultos jóvenes entre las edades de 18 y 24 dice que se ha masturbado más desde que comenzó el distanciamiento social.
Muchos tienen rutinas de masturbación. Con la esperanza de obtener más información sobre los hábitos de autoplacer de las mujeres, entre otras cuestiones, los fabricantes de juguetes sexuales TENGA, una compañía japonesa, lanzaron el Estudio Global de Auto-Placer. La investigación, que se llevó a cabo el año pasado, abarcó nueve países e incluyó a más de 10.000 hombres y mujeres.
Aunque los hallazgos revelados por la investigación develaron que la mayoría de las mujeres se masturba, y el 78%, todavía están rezagadas con respecto a los hombres que tienen una tasa del 91%. Incluso su frecuencia es baja: el 34% de las mujeres informa que se masturba varias veces al mes y solo el 22% lo hace todas las semanas, a un promedio de 4,1 veces por semana.
Una investigación australiana que encuestó a más de 20.000 personas sugiere que solo una de cada cuatro mujeres se masturba regularmente, la mitad de la tasa de hombres. Para Juliet Richters de la Universidad de Nueva Gales del Sur, autora principal de la investigación, “debido a que las mujeres son criadas para complacer a las personas, su placer a menudo queda en segundo plano”. “Las mujeres en la historia fueron criadas para complacer a las personas, ser amables o hacer lo que otras personas quieren. Esa es una razón por la que les resulta difícil ir por su propio placer durante el sexo”, asegura la especialista.
“El permitirse la masturbación implica reconocerse como ‘ser deseante’ sacando a la mujer del lugar tradicional de ‘ser deseado’. La autoestimulación permite identificar el órgano a través del cual se percibe mayor placer sexual, qué tipo de estimulación se necesita y que pensamientos, fantasías, lecturas o películas excitan lo necesario para facilitar el orgasmo”, detalló a Infobae Lucila Martín Moreyra, ginecóloga y sexóloga clínica.
Sin bien las películas porno y el cine muestran el autoplacer de los hombres desde la adolescencia, la masturbación de las mujeres se mantiene en secreto. Eso hace que muchas no conozcan sus cuerpos. La cultura pop y la pornografía nos harán creer que el deseo de las mujeres puede encenderse con una sola mirada sensual, y que sus genitales estarán listos para funcionar en solo segundos, al igual que los hombres. Esta no es información precisa y puede conducir a relaciones sexuales dolorosas o insatisfactorias.
Sin embargo, la marca de condones LifeStyles entrevistó a 3.938 personas entre las edades de 19 y 36 años para la encuesta Millennial Sex Survey 2018 de SKYN, y descubrió que el 91% de los encuestados se masturbaban. Dentro de ese campo, la brecha de género era escasa, con el 96% de las personas que se identificaron como hombres y el 86% de las personas que se identificaron como mujeres involucradas en el sexo en solitario. La mayoría de los encuestados se masturbaban semanalmente y otros todos los días: para ser exactos, el 38% del grupo de hombres y el 14% del grupo de mujeres.
Las siete hábitos de masturbación más comunes entre las mujeres, según Estudio Global de Auto-Placer:
1. Fantasear
En el número uno en la lista de las rutinas de masturbación comunes, con un 51% que lo agrega a su diversión a la hora de masturbarse, es fantasear. No hay nada como una fantasía, una que ya conocemos perfectamente, que cumple exactamente todo lo que deseamos en nuestra experiencia sexual ideal.
2. Ver porno
No solo hay más y más mujeres viendo porno sino que, según los hallazgos de 2016 de Pornhub, hay más mujeres que hombres mirando porno en sus teléfonos. Pero no importa en qué dispositivo las mujeres estén viendo porno, el 37% de ellas lo incorporan a su rutina de masturbación.
3. Usar juguetes sexuales
Para el 31%, ya sea que vibren o no, es exactamente lo que quieren cuando se van a masturbar. Puede que no sea lo primero que se asocie con una pandemia mundial, pero la industria del bienestar sexual está experimentando un auge en medio de la crisis del coronavirus, que ha visto a millones de personas en todo el mundo obligadas a autoaislarse.
4. Pensar en una experiencia previa
El 28% de las mujeres piensa en una cita sexual previa mientras se masturban.
5. Usar un juguete sexual vibrante
El 24% de las mujeres usan juguetes sexuales que vibran como parte de su rutina de masturbación.
6. Lectura erótica
El 13% de las mujeres optan por cuentos eróticos, pasionales experiencias reales y hasta elegantes relatos porno a la hora de masturbarse.
7. Mirar fotos
El 12% mira fotos cuando se masturba.
Todavía hay una “brecha de placer” que afecta desproporcionadamente a las mujeres y la clave para cerrarla podría estar en la masturbación. Es mucho más probable que los hombres informen que alcanzan el orgasmo en el sexo que las mujeres y repetidamente nos dicen son mucho más difíciles de lograr para las mujeres.
Aunque la llamada “brecha” puede sonar como un concepto misterioso y abstracto, expone la desigualdad rara vez discutida de los orgasmos entre hombres y mujeres. Al liberar la conversación sobre el placer femenino, podemos ayudar a más mujeres a tener confianza sexual y sentirse cómodas explorando sus propios deseos sexuales.
“La autoestimulación es practicada por igual por varones y mujeres y está determinada por el significado que unos u otros le asignan al placer sexual, que depende de características personales y de la educación recibida”, aseveró a Infobae Beatriz Literat, médica sexóloga clínica y ginecóloga del Departamento de Gineco-Sexo-Estética de Halitus Instituto Médico.
Para Ghedin, a medida que se van venciendo inhibiciones y creencias represivas, la masturbación se presenta como “una experiencia necesaria y saludable que ayuda al autoconocimiento y la estima personal”. “La atención autoerótica en el adulto reproduce el desarrollo de la sexualidad desde el comienzo de la vida: descubro y reconozco mis placeres para luego abrirme al otro”, concluyó.