Un grupo de astrofísicos rusos ha establecido que los núcleos galácticos activos con chorros brillantes que descubren la presencia de agujeros negros supermasivos “constituyen una población importante de fuentes de neutrinos”. Estas diminutas partículas elementales de alta energía llegan a la Tierra desde el espacio intergaláctico, pero hasta ahora se desconocía con exactitud qué objetos celestes podían emitirlas.
En un estudio publicado la semana pasada, científicos de dos institutos de la Academia de Ciencias de Rusia y del Instituto de Física y Tecnología de Moscú compararon los datos obtenidos por el telescopio de neutrinos IceCube, situado en la Antártida, con las observaciones de núcleos galácticos activos por medio de la interferometría de base ancha. Este método detecta objetos y establece distancias midiendo los ángulos entre las ondas de radio que llegan de un mismo objeto espacial a los distintos lugares de observación.
Los neutrinos de alta energía provenían siempre de las regiones centrales de algunos cuásares y otras galaxias en escala de un parsec (3,26 años luz). El equipo estima que el origen de este flujo se debe probablemente a las interacciones protón-fotón en el disco de acreción del agujero negro o en los alrededores del mismo. Además, se encontró un vínculo entre el nacimiento de neutrinos y las emisiones de ondas de radio provenientes de estas mismas galaxias.
El resultado del trabajo sugiere “que los neutrinos de alta energía nacen en los núcleos activos de las galaxias” y esto sucede “precisamente en los momentos de brotes de emisión de radio”, comentó el estudiante de postrgrado Alexánder Plavin, participante en la investigación. “Dado que estas partículas y ondas de radio se propagan a través del universo a la velocidad de la luz, ‘se ven’ en la Tierra al mismo tiempo”, explicó en un comunicado.
El miembro corresponsal de la Academia de Ciencias de Rusia Serguéi Tróitski calificó de “demasiado bueno” el resultado de la investigación. Esta ha permitido demostrar “la obvia conexión entre los eventos de neutrinos y las emisiones de radio”, que se verificó posteriormente por las mediciones a largo plazo de los destellos de radiación del radiotelescopio RATAN-600 del Observatorio Astrofísico Especial”, situado en la república rusa de Karacháyevo–Cherkesia, en el Cáucaso del Norte.
La probabilidad de que este resultado sea aleatorio es solo del 0,2 %, afirma el científico, que describió el descubrimiento como un “gran éxito en la astrofísica de neutrinos” que solo requiere una explicación teórica.
Los neutrinos no son particulas de ‘uso exclusivo’ de los agujeros negros. El Sol también es una fuente importante de estas partículas, aunque no alcanzan las mismas energías que en el caso estudiado. También se producen en los reactores atómicos. Precisamente fue en un reactor atómico donde esta partícula fue interceptada y registrada por primera vez en los años 1950.