El Departamento de Justicia de EE.UU. otorgó este jueves el nivel de “máxima prioridad” a la investigación sobre la muerte del afroamericano George Floyd a manos de un agente de policía en Mineápolis (Minesota), después de las fuertes protestas registradas en esa ciudad en las últimas horas.
“El Departamento de Justicia ha dado prioridad a la investigación y ha asignado fiscales experimentados e investigadores criminales del FBI al asunto”, anunció la fiscal federal Erica MacDonald y el agente especial encargado del FBI, Rainer Drolshagen, en un comunicado conjunto.
La Justicia estadounidense aseguró que llevará a cabo una investigación “criminal sólida” sobre la muerte de Floyd, ocurrida el pasado 25 de mayo tras ser arrestado por un policía blanco, que ha reavivado el debate nacional sobre la violencia excesiva de los cuerpos policiales contra la población negra del país.
“La investigación federal determinará si las acciones de los ex agentes del Departamento de Policía de Mineápolis involucrados violaron la ley federal”, agregaron los investigadores, que pidieron “calma” a la población mientras se llevan a cabo las pesquisas.
El FBI se refirió a los agentes como “ex” en esa comunicación porque el cuerpo policial de Mineápolis decidió este martes expulsar a los cuatro oficiales implicados en el arresto y la muerte de Floyd.
A su llegada al lugar de los hechos tras recibir una denuncia sobre el uso de un billete falso, este lunes, los policías encontraron al sujeto sentado dentro en su vehículo, y cuando se le ordenó que saliera se resistió el arresto, según la versión oficial, que añade que durante la detención, cuando los agentes ya tenían al hombre esposado y tendido boca abajo, notaron que presentaba “dificultades médicas”.
En el video, tomado por viandantes que se toparon con la escena, se ve al hombre boca abajo en el pavimento y a un agente sobre él apretándole el cuello con una rodilla durante varios minutos, sin modificar su postura, pese a que se escuchan las quejas del detenido de que no puede respirar, hasta que parece perder el sentido.
“NO PUEDO RESPIRAR”
“Por favor, por favor, por favor, no puedo respirar. Por favor”, se escucha a Floyd dirigirse al agente, que no deja de presionarle el cuello con su rodilla hasta que minutos después llega una ambulancia y el detenido es subido a una camilla sin dar señales de vida.
Este episodio ha provocado que miles de personas hayan salido a las calles de Mineápolis para protestar contra la policía local y las autoridades locales, provocando numerosos daños materiales.
Ante esta situación, el gobernador de Minesota, Tim Walz, firmó este jueves una orden ejecutiva que activa la Guardia Nacional de ese estado “para ayudar a proteger la seguridad de los habitantes de Minesota y mantener la paz tras la muerte de George Floyd”.
“Es hora de reconstruir. Reconstruir la ciudad, reconstruir nuestro sistema de justicia y reconstruir la relación entre las fuerzas del orden y las personas a quienes deben proteger”, agregó Walz.
Por su parte, el alcalde de Mineápolis, el demócrata Jacob Frey, aseveró este jueves que Floyd fue “asesinado por ser negro” y que “estaría vivo hoy si fuera blanco”.
“No soy fiscal, pero déjenme ser claro: el agente que arrestó (a Floyd) lo mató”, apuntó Frey en una entrevista con la cadena de televisión estadounidense CBS.
PROTESTAS Y SAQUEOS
Estas declaraciones llegaron horas después de que las protestas en Mineápolis por la muerte del afroamericano, de 46 años, se recrudecieran en la noche de este miércoles con enfrentamientos y saqueos, mientras crecían los llamados al arresto del agente responsable del crimen.
En plena pandemia, miles de personas regresaron anoche a las calles por segundo día consecutivo en una serie de protestas que incluyeron escraches en las viviendas del policía que asfixió a Floyd con su rodilla y del fiscal del condado, y que se fueron tornando cada vez más violentas según avanzaba la noche.
También incluyeron enfrentamientos con la Policía, que disparó gases lacrimógenos y balas de goma en varios puntos de la ciudad contra los manifestantes, así como el saqueo a unos grandes almacenes Target y a una licorería, y el incendio de una tienda de piezas de automóvil, entre otros incidentes.
Otro grupo de los manifestantes se dirigió al hogar del agente directamente implicado en la muerte de Floyd, Derek Chauvin, en cuya entrada marcaron con pintura roja la palabra “asesino” y otras inscripciones hasta que fueron dispersados por los agentes antidisturbios.
La detención de Floyd, quien según los medios locales llevaba cinco años trabajando como guardia de seguridad de un restaurante y club latino de Mineápolis y era considerado una persona pacífica y afable, se produjo por una denuncia de que había intentado usar un billete falso de 20 dólares en un supermercado.
El “no puedo respirar” que repite Floyd en la escena de la detención se ha convertido en el grito de la protesta que vuelve a poner en evidencia la violencia policial contra los afroamericanos en Estados Unidos.
EFE