El aumento de casos de COVID-19 en Suramérica, convertida ya en uno de los epicentros de la pandemia, y la llegada del invierno pueden agravar aún más la situación de los millones de venezolanos que viven en países vecinos de la región, advirtió hoy la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR).
La situación “podría empeorar con la caída de temperaturas en Argentina, Bolivia, Chile, Paraguay, Perú y Uruguay, que acogen en total un millón y medio de venezolanos”, subrayó en rueda de prensa la portavoz de ACNUR Shabia Mantoo.
En ésos y otros países de Suramérica, donde han migrado la mayoría de los cinco millones de venezolanos que han dejado su país por la crisis política y económica, la emergencia sanitaria, unida a los confinamientos, ha dificultado aún más las vidas de estos refugiados y migrantes.
“Muchos han perdido sus formas de sustento y enfrentan pobreza, desalojos de sus hogares, hambre e inseguridad alimentaria”, afirmó la portavoz, quien también subrayó la dificultad de acceso de estas poblaciones a servicios sanitarios en el contexto de la pandemia.
ACNUR subraya que en los meses de invierno aumentará el número de venezolanos que necesiten ayuda humanitaria en forma de alojamiento, ropa de abrigo, medicamentos y combustible para calentar sus hogares.
Mantoo añadió que ACNUR está aumentando su actividad en la región para atender estas necesidades, proveyendo a los más necesitados con alojamiento de emergencia, subsidios y otras formas de ayuda.
Por ejemplo, en Chile unas 790 familias venezolanas han recibido vales que pueden intercambiar por comida y otros productos de necesidad en tiendas y supermercados locales-
En Perú se han repartido 4.700 mantas y 2.000 paquetes con ayuda básica a venezolanos en zonas como Cuzco, donde se esperan lluvias torrenciales y nieve durante los meses invernales. EFE