Cientos de neoyorquinos salieron a la calle este viernes por segundo día consecutivo para mostrar su repudio por la muerte del afroamericano George Floyd a manos de un policía en Minesota al grito de “la vida de los negros no importa”, una manifestación con la que se retó el distanciamiento social impuesto por la pandemia y en la que hubo momentos de tensión entre manifestantes y las fuerzas del orden.
Portando fotos de latinos y negros víctimas de la brutalidad policial, y letreros con mensajes de “juzguen a los policías, “ya es suficiente” o “justicia para Floyd”, los manifestantes, ataviados con mascarillas y guantes, respondieron así a una nueva convocatoria de la organización “Black Lives Matter” en la popular Foley Square, rodeada por las cortes en Manhattan y a sólo pasos del cuartel general de la Policía de la ciudad.
En la protesta se escuchó con insistencia el “no puedo respirar”, las palabras que Floyd decía al policía blanco que colocó una rodilla sobre su cuello y que causó su muerte, y que los neoyorquinos ya gritaron cuando exigían justicia para el también afroamericano Eric Garner, quien murió en Nueva York en julio del 2014 a manos del policía Daniel Pantaleo.
Garner, al igual que Floyd, gritaba desesperadamente “no puedo respirar” mientras el policía le aplicaba una prohibida llave de estrangulamiento mientras intentaba arrestarlo.
Este viernes, la madre de Garner, Gwen Carr, también acudió a la manifestación para exigir justicia, como hizo muchas veces por la muerte a los 43 años de su hijo Eric, una congregación a la que se unió además el defensor del pueblo de Nueva York, Jumaane Williams.
Durante la protesta, hubo momentos de tensión entre los manifestantes y los agentes cuando un grupo de personas se alejó de Foley Square y se acercó a una veintena de policías, a los que gritaban sus mensajes e insultaban.
Se escuchó además con insistencia la consigna “detengan a Amy Cooper”, en referencia a un suceso racista vivido el pasado domingo en Central Park en el que Cooper, una mujer blanca, llamó a la Policía alegando que un “hombre afroamericano” la estaba amenazando, pese a que este sólo le había pedido que le pusiera una correa a su perro, como marcan las normas.
También se vivieron momentos de tensión cuando la Policía pidió a los manifestantes que despejaran la calle para evitar un corte de tráfico, lo que llevó a que los agentes y los protestantes se acercaran a menos de dos metros en una confrontación que duró varios momentos.
Se vieron asimismo manifestantes en otras zonas de Nueva York, como el Puente de Brooklyn o en los alrededores del Barclays Center, en el centro de Brooklyn.
El incidente en que perdió la vida Floyd, a los 46 años, y que ha provocado protestas en varias ciudades de EE.UU., ocurrió cuando cuatro agentes concurrieron a un sitio de la ciudad donde se había denunciado que una persona había intentado pagar con un billete falso.
Los policías encontraron a Floyd sentado en su vehículo y cuando se le ordenó que saliera, según la versión oficial, el individuo se resistió al arresto, por lo que uno de los agentes lo sometió tirándolo en el suelo y, subido sobre él, presionando con su rodilla contra su cuello mientras sus tres compañeros observaban la escena.
En un video difundo en las redes sociales se observa cómo el agente, de raza blanca, le aprieta el cuello con su rodilla durante varios minutos a pesar de las desesperadas quejas del hombre de que no puede respirar.
Su muerte ha desencadenado tres días consecutivos de protestas en diversas ciudades del país, en particular en Mineápolis, donde el hombre negro perdió la vida y ha habido disturbios, saqueos de comercios y la quema de un cuartel de la Policía.
Las protestas aumentaron después de que el fiscal del condado de Hennepin -con jurisdicción sobre Mineápolis-, Mike Freeman, anunciara el jueves que no tenía intención, de momento, de imputar cargos ni de detener al agente responsable de la muerte de Floyd, Derek Chauvin.
Sin embargo, este viernes, Chauvin, que había sido despedido junto con los tres policías que lo acompañaron el lunes, fue arrestado por la muerte de Floyd y acusado de asesinato en tercer grado y de homicidio imprudente.
La protesta del jueves en Nueva York culminó con 72 arrestos así como multas por no cumplir con la regla del distanciamiento social que se ha impuesto para contener la propagación del coronavirus, mientras que la Policía aun no ha informado de arrestos en la manifestación del viernes.
EFE