La región de Lombardía (norte), la más afectada por la pandemia de coronavirus en Italia, celebra hoy la que debería ser su fiesta regional, reconvertida este año en una “Jornada del recuerdo” por los casi 16.000 fallecidos por la COVID-19, prácticamente la mitad de todos los muertos en el país.
“Este día debería ser una gran fiesta. Este año, como es justo, será una jornada del recuerdo”, ha publicado en redes sociales el presidente regional, Attilio Fontana, quien asegura que el virus “ha cambiado y ha marcado indeleblemente la vida de todos y la historia de la región”.
Precisamente hoy Fontana, de la ultraderechista Liga, ha acudido a declarar como testigo a la fiscalía de Bérgamo, que investiga el elevado número de muertes en residencias de ancianos y el hecho de que no se hubiera declarado esta provincia como zona roja al inicio de la crisis.
Mientras declaraba durante dos horas, en el exterior del edificio un grupo de personas protestaban y pedían la dimisión del presidente regional, a quien han acusado de “criminal”.
“En este país solo es esencial producir y sacar provecho económico, por encima de nuestras vidas. No olvidaremos”, gritaba uno de los manifestantes, según informan los medios locales.
“Hemos combatido como lombardos, con la cabeza baja y sin lamentarnos, principalmente con nuestros recursos y nuestras fuerzas”, se lee en el mensaje de conmemoración de Fontana.
Tanto el presidente de la región como el consejero de Sanidad, Giulio Gallera, han declarado frente a la fiscalía bergamasca, algo que el líder de la Liga y compañero de partido de Fontana, Matteo Salvini, ha calificado de “indigno”, al tiempo que se ha preguntado por qué no declara también el primer ministro italiano.
La fiscalía investiga por “epidemia dolosa”, lesiones y homicidio culposo a los responsables de la gestión sanitaria en una región que ha concentrado la mayor parte de los casos de Italia.
Concretamente, se indaga sobre el cierre de las urgencias en el hospital de Alzano, municipio cercano a Bérgamo, la gestión de los enfermos de Covid en las residencias y el por qué no se declaró como zona roja la primera semana de marzo la zona de Val Seriana, epicentro de la pandemia.
En esta zona industrial cerca de Bérgamo no se ordenó el cierre de las empresas hasta que se decretó a nivel nacional, algo que se ha criticado desde muchos sectores, desde la oposición a los sindicatos.
Ayer, el presidente de la fundación médica Gimbe acusó a la región de “falsear los datos para no volver a cerrar” la actividad productiva, lo que avivó la polémica con los dirigentes regionales que negaron tajantemente esta acusación.
El pasado miércoles una manifestación en la capital lombarda, Milán, organizada por sindicatos y partidos de izquierda contra la gestión de la crisis por parte del gobierno de Fontana, terminó con escenas de tensión con la policía y amenazas al presidente regional. EFE