La visa de inversores EB-5, que otorga la tarjeta de residencia (green card) a familias extranjeras que prestan 900.000 dólares a desarrollos inmobiliarios en EE.UU., es una buena herramienta para mitigar los efectos económicos de la pandemia, según señalan expertos financieros.
Cuando el 22 de abril pasado el presidente de EE.UU., Donald Trump, suspendió temporalmente la entrada al país de personas que querían obtener esas tarjetas, hizo una excepción a los interesados en el programa EB-5, entre los cuales hay muchos latinoamericanos.
No es extraño que lo hiciera, pues esta categoría de visa proporciona miles de millones de dólares a la economía estadounidense.
LA “GREEN CARD” COMO INTERÉS
Entre 2008 y 2015, la visa EB-5 atrajo más de 20.000 millones en inversiones y creó más de 730.000 empleos, según IIUSA, una organización sin fines de lucro que monitorea las visas EB-5 y los cambios propuestos para esta visa de inversión.
Los fondos que la familia solicitante de la EB-5 aporta le son reembolsados una vez que el proyecto inmobiliario se completa. Luego de aplicar para la visa, la residencia se les otorga, generalmente, en menos de 2 años a familias de América Latina.
“El programa EB-5 está diseñado para que los fondos se devuelvan al inversionista en aproximadamente 5 años,” dijo David Amaro, director de America Capital Markets de LS NYRC, firma que desarrolla proyectos inmobiliarios con los fondos captados con esa visa, en unas declaraciones facilitadas a Efe por la agencia de comunicación Top of Mind.
“Si bien puede parecer que el retorno de la inversión es relativamente bajo en comparación con otros vehículos de inversión, el objetivo principal de estos inversores es tener un camino directo a la ciudadanía estadounidense para toda la familia en un período de tiempo relativamente corto”.
“Los inversores EB-5 no buscan hacer una inversión por los retornos sino para los beneficios de inmigración”, subraya.
Aunque las restricciones impuestas el 22 de abril fueron levantadas el 29 de mayo, la excepción de la EB-5 habla de la importancia de este instrumento.
AMÉRICA LATINA EN LOS “TOP TEN”
En América Latina el programa EB-5 es bien conocido y utilizado. Brasil, Venezuela, México y Colombia estuvieron en 2019 en la lista de los diez países con más demanda por la visa EB-5, según datos provenientes de los Servicios de Ciudadanía e Inmigración de los Estados Unidos (USCIS.)
De Brasil hubo 496 solicitudes; de Venezuela, 172; de México, 139, y de Colombia, 36.
Estos números eran casi inexistentes unos años atrás.
Colombia es considerada una “estrella en ascenso”, pues en 2018 las solicitudes de visa EB-5 hechas por colombianos aumentaron un 47 %, según datos de USCIS recopiladas por IIUSA.
Esta visa ganó mucha popularidad en EE.UU. hace una década durante la “Gran Recesión”.
Cuando los bancos dejaron de hacer préstamos, los desarrolladores de bienes raíces comenzaron a usar esta herramienta para juntar fondos para completar sus proyectos.
Esta visa también ganó popularidad con el gobierno en aquel momento ya que ayudaba a crear empleos e inyectaba capitales extranjeros a una economía desahuciada.
Hoy en día la EB-5 está posicionada para ayudar a mitigar el impacto negativo de la pandemia del COVID-19 en la economía de EE.UU, dice el abogado Julián Montero, de la firma Saul Ewing Arnstein & Lehr en Miami, en declaraciones facilitadas por Top of Mind.
Montero, quien lidera un equipo de abogados que se enfoca en América Latina, ayuda a inversores con el proceso de la inversión para obtener la “green card”.
“Los inversionistas EB-5 brindan asistencia financiera vital al invertir el capital que los proyectos estadounidenses necesitan para llegar a su fin y, así, crear empleos en Estados Unidos,” dijo.
“Además, una vez que estas familias se mudan a los EE. UU., proporcionan un beneficio económico adicional al convertirse en consumidores activos de productos de gran valor, como ser viviendas y muebles para el hogar”, aseveró.
En un momento de crisis, la inversión extranjera directa puede apresurar la recuperación económica de un país, especialmente cuando la tasa de desempleo alcanza proporciones históricas.
La Oficina de Estadísticas Laborales de Estados Unidos dijo que la tasa de desempleo alcanzó un 14.7 % en abril, el nivel más alto desde la Gran Depresión, a causa del cierre de la mayoría de los negocios durante la pandemia.
“Estados Unidos, como muchos otros países, está pasando por un momento económico muy crítico y la visa EB-5 es uno de los mejores vehículos para atraer capital extranjero para financiar proyectos de bienes raíces en ciudades como Nueva York,” dijo Amaro.
La compañía LS NYRC ya ha completado ocho proyectos en EE.UU con fondos de inversores EB-5 y actualmente busca a 40 inversores dispuestos a ayudar a financiar la construcción de un desarrollo multifamiliar de 800 unidades en el Bronx de la ciudad de Nueva York.
“Esta visa realmente beneficia a este país tanto como a las familias que están buscando emigrar a Estados Unidos de forma permanente”, subraya.
A pesar del impacto de la pandemia, familias en toda América Latina continúan mirando a los EE.UU. como un lugar de esperanza y seguridad, dice Montero.
“Muchos de los inversionistas EB-5 de América Latina ya tienen inversiones en los EE.UU., hijos que han estudiado o están estudiando aquí y tienen una larga historia de viajes y familiaridad con este país”, agregó Montero.
“Además, la mayoría de los países de la región no tienen controles monetarios restrictivos que impiden un proceso eficiente”, subraya.
EFE