La población de Hong Kong se preparaba para encender velas por toda la ciudad el jueves a fin de conmemorar la sangrienta represión de 1989 por parte de las tropas chinas en la plaza de Tiananmén y sus alrededores, eludiendo la prohibición de las habituales reuniones públicas en medio de la pandemia de coronavirus.
El aniversario del 4 de junio llega este año en un momento especialmente delicado para la ciudad semiautónoma, después de que el mes pasado Pekín impusiera una ley de seguridad nacional en Hong Kong que los críticos temen que sirva para aplastar las libertades en el centro financiero.
También se produce en un momento en que los medios de comunicación chinos y algunos dirigentes de Pekín han expresado su apoyo a las protestas en todo Estados Unidos contra la brutalidad policial.
En la capital china, la seguridad en torno a la plaza Tiananmén, una popular atracción turística en el corazón de la ciudad, parecía reforzarse el jueves, con más policías visibles que en días normales.
La represión de Tiananmén no se conmemora oficialmente en la China continental, donde el tema es tabú y cualquier comentario es objeto de censura. No hubo mención del aniversario en los medios estatales el jueves.
En Hong Kong, la vigilia anual con velas que se ha celebrado en el parque Victoria de la ciudad durante tres décadas suele atraer a decenas de miles de personas. Sin embargo, la policía dijo esta semana que una concentración multitudinaria supondría una amenaza para la salud pública, ya que la ciudad ha registrado sus primeros casos de coronavirus transmitidos localmente en semanas.
Esta situación ha llevado a los organizadores de la vigilia a pedir a los residentes que enciendan velas en toda la ciudad a las 8:00 p.m. hora local (1200 GMT) y guarden un minuto de silencio poco después. La organización del aniversario ha animado a cualquiera que tema ser arrestado por acciones públicas a celebrar el día en las redes sociales usando el hashtag #6431truth, haciendo referencia al 31 aniversario junto con la fecha.
China nunca ha proporcionado una versión completo de los violentos incidentes de 1989. El número de muertos que las autoridades comunicaron días después fue de unos 300, la mayoría de ellos soldados, pero grupos de defensa de los derechos humanos y testigos dicen que pudo haber miles de muertos. Reuters