Devotos de San Antonio cada año preparaban una gran celebración que iba acompañada de ofrendas, salves y sones de negro que retumbaban en las calles, pero ahora debido a las medidas preventivas de cuarentena y al confinamiento obligatorio por la pandemia, esta manifestación religiosa y cultural se hará en privado, en la casa de los creyentes y sin aglomeraciones.
Rosalinda Oropeza, capitana del Movimiento San Antonio de la casa cultural ubicada en Barrio Unión en Barquisimeto, comentó que el velorio tendrá una gran modificación a diferencia de años anteriores. Explicó que los devotos deberán sacar a la entrada de sus hogares los altares y en familia ofrecerán salves y sones al santo, pero sin armar alborotos.
“El sacerdote Carlos Hernández, de la iglesia La Salle, pedirá permiso para bendecir en cada casa los altares”, acotó.
Oropeza explica que a pesar de las medidas de restricción esto no ha sido impedimento para cumplir con dicha tradición, ya que justamente cuando fue declarada la cuarentena en el país comenzaron con los 13 martes que son contados antes de llegar a la novena.
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